La boda de Jesús y Leslye en San Salvador, Hidalgo
En el campo Verano Beige 3 profesionales
J&L
18 Ago, 2018La crónica de nuestra boda
"Te prometo que, si no me sueltas la mano, yo tampoco soltaré la tuya. Te prometo que si te quedas conmigo jamás te pediré que te vayas. Te prometo amor mío que, si quieres pasarte la vida entera conmigo, lo acepto, porque yo sí quiero una vida a tu lado". Mi reseña quizás llega un poco tarde, pero puedo decir que después de un año, aún nos emociona leerla. La he guardado desde hace un año, sin embargo, por una u otra razón no había logrado compartirla. Podemos comenzar dos días previos, ya que en su mayoría tuvimos proveedores, pero decimos aventurarnos en hacer el arreglo de la boda por el civil, y el banquete se hizo en un jardín que mi padre construyó 6 meses previos al gran día. Mis hermanas decidieron hacer el papel de wedding planner. ¡Ojo! lo hicieron excelente, pero definitivamente deben contratar a alguien, no solo porque todo será mucho más organizado, también porque ese día podrán disfrutar al máximo todos los integrantes.
Pero bueno, fuera de las cosas malas, que en realidad fueron muy muy pocas, quiero contarles el hermoso día que tuvimos mi esposo y nuestras familias. El primer proveedor que llegaría a la casa sería la maquillista, quiero contarles que definitivamente tienen que ir a su prueba de peinado y maquillaje, sobre todo si son chicas que no suelen maquillarse, como yo, y poder estar seguras y guapísimas ese día. Nos maquillarían a mi hermana, mi madre, mi suegra y a mí. Antes de eso, se ofreció un desayuno para la familia de mi esposo, cuñados, personal que se contrató para ayudarnos y fue el único momento en que nos vimos mi esposo y yo, y fue muy lindo. Ahora que platicamos más, coincidimos que nos sentíamos como flotando en una nube. Bueno, de las cosas malas no nos enteramos, supongo que estábamos tan felices que no logramos percatarnos. No les miento, después de desayunar y que comenzaran a maquillarme, el tiempo se me fue volando. Tengo que confesar que ya en el momento del peinado y maquillaje decidí cambiar algunas cosas, no tengan miedo de pedir lo que quieren. Definitivamente es su día y tienen que estar como siempre lo han soñado. De hecho, Dani, la maquillista, fue un amor conmigo.
Seguir leyendo »Después llegó el equipo de luces, cámaras y acción y los fotógrafos; fue genial verlos ahí desde ese momento, porque caes en la cuenta de que afuera están pasando muchas cosas y tú ni en cuenta, y saber que después podrás verlo te pone feliz. Tengo que contarles que soy de la estadística donde las novias llegaron tarde a su ceremonia religiosa. Bueno, el plan era que iría en un carrito antiguo a la iglesia y volveríamos en el mismo con mi esposo, pero resulta que tres días antes, uno de mis tíos preferidos mi hizo un regalo sorpresa: arreglar y adornar una carreta para poder trasladarme. Los tiempos estaban super planeados, pero cuando terminaron de arreglarme, nos percatamos que ya era un poco tarde, aun así, subí a la carreta y tengo que confesar que fue de muy mal gusto llegar tarde, pero estar en la carreta con mis padres y mis primos acompañándonos en caballo fue un momento completamente bello que no cambiaría para nada.
Nos oficiaron dos sacerdotes, el de mi comunidad y el párroco de la iglesia donde fue la misa, y bueno, justo uno de ellos comenzó la misa sin mí después de haberme esperado 10 min. El otro sacerdote no pudo hacer mucho, me cuentan, al no ser de esa iglesia, pero definitivamente logró que esperaran ese tiempo. Bueno, al llegar yo no sabía que ya había comenzado la misa y justo cuando iba entrando coincidió que estaba un canto y yo pensé todo el tiempo que era mi entrada. La verdad es que ya no pensaba en nada más que ver a mi esposo, por cierto, al verlo todo fue mágico. Cuentan los invitados que al vernos cómo nos vimos cuando llegué a todos se les había olvidado que habían empezado sin mí. Chicas, si algo no sale exactamente como lo planearon, no arruinen su día, sigan adelante y disfrutando porque seguramente vendrán momentos hermosos.
La misa fue hermosa, no pude evitar llorar en el momento que me dio las arras, ya que hay una frase que dice: “siempre veré por proveer lo necesario” y justo pasó por mi mente estos 4 años de novios que siempre se esforzó por salir adelante, y más allá de lo material, no apagar nuestros sueños o pensarlos imposibles. Quería reír y terminé llorando.
Fuimos a ofrecer el ramo al Santísimo, que también fue un momento bello, y que me acompañó, fue muy bello y salimos despavoridos a la boda por el civil. Fuera de la iglesia nos esperaba el mariachi y debemos confesar que no teníamos idea de qué hacer, pero disfrutamos, sonreímos y fuimos muy felices.
De ahí subimos al carrito con nuestros botes haciendo ruido, botes que él mismo juntó y pintó, y mis primos, que nos habían acompañado en la carreta, nos hicieron como reverencia con sus caballos. También fue un detalle que nos hizo sentir muy queridos, nerviosos, pero ya podíamos respirar.
Él sacó un par de fotos que rara vez hace, solo cuando un momento o algo le gusta mucho. Llegamos y tuvimos la oportunidad de recibir a un par de invitados y luego pasamos al civil, que no es por nada, pero ese rincón quedó hermoso. Contratamos a un florista local, el señor Alejandro, que todo lo que adornó lo dejó bello. Igual el mariachi que nos acompañó, celebramos, nos tomamos fotos con todos y de ahí nosotros nos fuimos a una pequeña sesión con el carrito antiguo que después nos llevó al jardín donde sería la recepción.
Llegamos y tengo que presumir que los números de mesa, letreros de madera los hizo mi esposo, fue su tarea asignada, la cual cumplió excelentemente. Hicimos nuestra entrada con ayuda del mariachi, querían que me cargara, pero sabíamos que el resultado iba a ser el suelo, así que no quisimos arriesgarnos. Entramos y a comer ¡ay, aja! No podrán hacerlo por más que quieran. Somos unos amantes de la comida, pero definitivamente no logramos pasar de las entradas y nos terminamos una jarra de agua desesperamente.
Después fuimos a nuestra sesión de fotos, la más larga, seguimos en espera de la entrega de fotos, pero queremos pensar que saldrán de maravilla. No somos la pareja más fotogénica del mundo, pero definitivamente le pusimos mucho amor. Volvimos para el momento más bonito de la tarde, el brindis, donde mi padre escribió un discurso hermoso, y la mejor parte fue cuando nos dijo: “Creo en su amor y que eso los llevará lejos.” Hicimos el brindis, solo olvidamos romper muestras copas.
El baile dijimos que cada uno tuviera su momento, así que primero bailamos nuestro baile. Nos costó muchísimo elegir la canción, hasta que logramos decidir, y dos, le hice una sorpresa a mi esposo haciendo un video de nosotros. Fue mágico, teníamos muchos nervios porque no sabemos bailar, pero es que no es mentira, parecía que lo habíamos ensayado mucho, me cantó un pedacito al oído y fue muy bonito.
Luego sorprendimos a nuestros padres con un baile para papá e hija y un baile para mamá e hijo, elegimos canciones que sabíamos que querían bailar y fue muy bonito. Bueno, como se darán cuenta, soy la sensible de la relación y definitivamente lloré con mi padre, pues comenzó a llorar y eso es muy raro en él, y morí de sentimientos. Y aquí cuando les digo no se preocupen, sino sale todo como creen, el día los puede sorprender. Y de ahí a bailar se ha dicho, saludar a los demás invitados, festejar y disfrutar.
Llegó la hora de la víbora de la mar, el ramo y la liga. Para la víbora decidimos hacerla mixta, y la verdad es que fue muy divertido, vi caer a mi hermana, mi esposo terminó siendo cargado por sus primos porque la silla desapareció, y mi velo se rompió, pero definitivamente divertido fue. El ramo definitivamente tenía planeado no aventarlo tan fuerte, y bueno, un par de ensayos antes, pero terminé lanzándolo casi hasta el escenario de los músicos. Lo mejor es que una persona a la que adoro se lo llevó; la liga fue lo contrario, de una sola y poca distancia, que hasta ahora no sabemos quién se la quedó.
Y bueno, aquí quiero recalcar el magnífico trabajo que hizo el grupo musical, no solo puso ambiente, también nos ayudó mucho para que el resto de las actividades planeadas salieran como esperábamos. Nos prestaron mucha atención como los novios y, sobre todo, escucharon nuestras peticiones.
Llegó la hora del pastel, para nosotros la más esperada porque nos encanta comer, pero también porque los dos somos pasteleros y hace dos años comenzamos un pequeño negocio juntos y decidimos aventurarnos y hacer nuestro propio pastel. Para no complicarnos, hicimos muchos de un solo piso para 400 personas, se imaginan, pero fue genial tener una actividad juntos. Luego decíamos por qué lo hicimos, pero cuando se trataba de probarlos y elegir cómo hacerlos nos poníamos felices. Un trabajador que ayudó en el jardín, como regalo, mandó hacer muchas gelatinas decoradas que también fueron muy bellos, pues estuvimos llenos de bendiciones y muchas sorpresas. Se nos olvidó darnos un pedacito, ya será para las de plata.
Cerramos con una elotiza de una cosecha que mi papá decidió tener para la boda y una buena dosis de banda. Todo lo disfrutamos y dejamos que todo fluyera y no nos obsesionamos, nos resultó tal cual queríamos y créanme que el resultado fue maravilloso.
Ese mismo día partimos a un hotel, pues al siguiente día volamos de luna de miel, y aunque moríamos de ganas de ir al recalentado, decimos hacerlo así porque todas las emociones estaban a flor de piel. Definitivamente, todo fue mejor de lo que esperamos y, sobre todo, disfrutamos de nuestro amor y alegría de casarnos. ¡Nunca olviden eso! Un año después, seguimos más enamorados, más emocionados y disfrutando cada momento.
"Todos merecemos a alguien que piense que tuvo suerte al conocernos."
Servicios y Profesionales de la Boda de Jesús y Leslye
Otras bodas en Hidalgo
Ver todas
Hacienda San Juan Pueblilla
Hacienda San Juan Pueblilla
Hacienda San Juan Pueblilla
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario