La boda de Jesus y Gabriela en San Nicolás de los Garza, Nuevo León

La crónica de nuestra boda

Siempre me dijeron y leí comentarios acerca de que nada sale como uno lo imagina o lo planea, pero el día de mi boda me di cuenta de que las cosas salen mucho mejor de lo planeado. Mi día empezó a las 7 am súper temprano, llegó la maquillista y las chicas de staff comenzaron con mi arreglo, maquillaje y peinado, y más tarde llegaron los fotógrafos. Tomaron fotos de los detalles, anillos, ramos, liga, arras y lazo, y terminando nos fuimos en camino a la sesión formal donde iba a ser el encuentro con mi ahora esposo. Llegamos y los nervios comenzaron a aumentar, nos escondieron para poder acomodarnos y estar listos para el encuentro. Sentía como mis manos y piernas temblaban, cuando empecé a caminar hacía él y puse mi mano en su hombro, sentía un mar de sentimientos encontrados, pero todos esos nervios se volvieron felicidad cuando él volteó y pude ver su sonrisa de felicidad, nos dimos un abrazo grande y un beso. Cuando finalizó la sesión fuimos rumbo a la ceremonia civil. Ya en la ceremonia civil todo fue felicidad, la jueza que ofició nuestra ceremonia es la mejor, nos dio unas palabras hermosas y al fin estábamos oficialmente casados ante la ley, y estábamos a punto de empezar nuestra ceremonia religiosa y recibir la bendición de Dios. La gente empezó a llegar, yo llegué a pensar que irían pocos, pero quedé sorprendida al ver la cantidad de invitados que llegaron. Entró el cortejo y después mis papás me entregaron en el altar, todo fue como siempre lo había soñado. Terminó la ceremonia e íbamos al salón, más felices que nunca, llegamos al salón y después de no comer nada en todo el día nos comimos una buena hamburguesa que uno de nuestros mejores amigos nos compraron. Ya estábamos listos para hacer la entrada en el salón y con algo de nervios, pero muy felices entramos para poder ver a todos nuestros familiares y amigos que se tomaron el tiempo de compartir con nosotros, nos tomamos unas fotos, cenamos y comenzaron los juegos. Nuestra boda fue cristiana, y para finalizar la noche antes de que terminara todo, dimos unas palabras a nuestros padres y todos se acercaron a felicitarnos en ese momento con los sentimientos a flor de piel. No pude contener el llanto de felicidad, solo puedo decir que el día de mi boda fue ¡un sueño hecho realidad!