La boda de Jaime Alejandro y María Fernanda en Aculco, Estado México
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J&M
22 Abr, 2017La crónica de nuestra boda
Después de 6 años de novios por fin llegaba uno de los momentos más esperado de nuestras vidas y nuestra hermosa boda fue mejor de lo que jamás imaginamos.
Los preparativos nos llenaron de ilusión y de muchísimas anécdotas. Planeamos y preparamos nuestra boda durante más de un año, ya que fue una boda de destino, llena de detalles y sorpresas, por lo que este proceso en todo momento requirió lo mejor de nosotros y al final el resultado fue extraordinario. Nos casamos el día 22 de abril del 2017 en el pueblo mágico de Aculco, Estado de México, en compañía de por lo menos 570 familiares y amigos que fueron testigos de nuestro gran amor.
Todo comenzó a las 6:00 de la mañana, cuando llame a mi ahora esposo para despertarlo, darle los buenos días y pedirle que recogiera las cosas que se tenían que llevar al salón. Cuando nos vimos, lo primero que hicimos fue abrazarnos, besarnos y desearnos suerte.
Durante la mañana, cada uno en sus respectivos hoteles, nos dedicamos a nuestro arreglo personal, que no es algo tan fácil como parece. Pero afortunadamente yo estaba acompañada de dos de mis damas de honor y, mi esposito, de varios de sus best men que fueron de gran ayuda para ambos. Conforme el tiempo iba transcurriendo mis ganas de verlo llegaron a aumentaban de una forma incontrolable.
Seguir leyendo »A las 12:00 del día teníamos programada nuestra sesión de fotos en pareja, así que en cuanto él llegó y los fotógrafos comenzaron a planear el momento fist look supe que el momento había llegado, y las emociones comenzaron a salir. ¿Cuál fue su reacción al verme? Ese momento fue mágico, salí de la quinta hacia un jardín donde mi amor esperaba de espaldas con los ojos cerrados. Recuerdo que caminaba con prisa y mi corazón latía muy rápido al encontrarme atrás de él, le toque el hombro y dio vuelta. Su cara fue de felicidad con impresión y asombro, comenzó a llorar y solo repetía: “¡Ay, amor! te vez hermosa” una y otra vez hasta que lo abracé y nos besamos, este momento fue realmente hermoso y significativo para nosotros. Después de esto nos dirigimos a la iglesia, yo iba en una camioneta color menta, como uno de los colores de la boda. Mi primo fue mi chofer y me ayudó mucho a estar tranquila.
A las 2:00 de la tarde ya se encontraba mi amor en altar, esperándome. Yo entré acompañada de mis papás y mis pajecitos, los pequeños por delante y los grandes atrás, ayudándome con la enorme cauda de mi vestido. En realidad, se me hizo una eternidad caminar por ese pasillo, y cuando por fin llegue el párroco realizó una entrega en donde nuestros padres nos dedicaron unas palabras y se despedían de nosotros, porque en ese momento ya nuestra vida cambiaba y era nuestro destino caminar juntos como uno solo. La ceremonia y, en especial, el rito matrimonial tan bien explicado, lleno de gracia y consejos, acompañado de la música más esplendorosa, formaron lo más hermoso de nuestra boda. Los propios invitados después de estar casi dos horas en misa nos comentaron que nunca habían participado en un casamiento tan lindo, y que se sentía algo diferente y especial.
Al salir de nuestra misa realizamos otra sesión de fotos con nuestras hermosas damas y nuestros guapos padrinos. Ese fue otro de los momentos clave en nuestro gran día, el verlos a todos tan emocionados y dándonos tanto cariño nos llenó de felicidad. Sin ellos nada hubiera sido igual.
Aproximadamente a las 4:30 hicimos nuestro arribo al salón, en donde ya nos esperaba el mariachi para entrar con nosotros. Nos acompañó a nuestra mesa, nos cantó una canción y en eso otra sorpresa: me levanté y comencé a cantarle la canción “Qué Bonito Amor” a mi esposo y de nuevo no podía creerlo, se levantó y en cuanto terminé mi interpretación me abrazó y besó.
El mariachi continuo durante una hora mientras nuestros invitados degustaban los alimentos. Al terminar el banquete mi esposo y yo ya estábamos listos para abrir la pista con nuestro primer baile de casados. Bajamos las escaleras y una sorpresita: yo traía ya otro vestido que me permitiera bailar y tratamos de sorprender a nuestros invitados con una coreografía sorpresa, aunque no nos salió para nada como era debido a que por falta de tiempo no pudimos ensayar lo suficiente con nuestro coreógrafo, parece que les gustó mucho. Con esto comenzó la fiesta, la pista de baile comenzó a llenarse, fue fantástico bailar con mi esposo durante horas acompañados de amigos, familia y todo nuestro cortejo.
A las 9:00 de la noche realizamos la víbora de la mar en donde solamente las mujeres pudieran tirar a mi esposo, ya que tenía a todos sus best men con él. Menos mal porque en verdad era muchísima gente, tanto hombres como mujeres no veíamos que terminara la fila y recuerdo que solo decíamos: “son muchísimos”. Pasamos al lanzamiento de ramo en donde tuve la idea de compartir con más chicas ese momento, así que deshice el ramo y cuando lo lancé salieron todas las rosas. Después le tocó el turno a mi maridito con la liga, hasta con baile fue muy divertido. Después realizamos el brindis con nuestros papás y la partida de nuestro lindo pastel.
Otra bella sorpresa en nuestra boda fue que cuando pusieron la mesa de dulces, todos los niños pequeños pidieron dulces y en otra mesa nos hicieron un corazón con nuestras iniciales.
Para estas horas de la noche la verdad ya estábamos cansados de tanto bailar, pero la fiesta seguía y seguía mientras nuestros invitados seguían recibiendo los regalitos que teníamos para ellos: pulseras, pantuflas, chanclas, kits de emergencia y termos.
A la 1:00 de la mañana llegó nuestro taquero para la tornaboda y ya estaba tocando el DJ, así que la fiesta seguía y seguía. Afortunadamente mis papás estuvieron pendientes toda la fiesta de que todo saliera lo mejor posible, así que la gente estaba muy feliz. Aproximadamente a esta hora quitaron la cabina de fotos que había estado abierta desde las 5:00 de la tarde, por lo que los invitados la aprovecharon al máximo.
La fiesta terminó aproximadamente a las 4:00 de la mañana y así comenzamos otro día como marido y mujer.
Cada persona y cada detalle para nosotros fue una pieza fundamental para que nuestra boda fuera el día más dichoso de nuestras vidas.
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