La boda de J. Manuel y Maria C. en Centro, Ciudad de México

La crónica de nuestra boda

EL MEJOR DIA DE MI VIDA!

Sin haber podido dormir como hubiera querido, la emoción se respiraba en el ambiente. ¡Ese día por fin era mi boda! Es cierto que con la situación del Covid, los preparativos habían sido algo difíciles y estresantes, sin mencionar que cambiantes. Por ejemplo, los horarios, debido a los semáforos, nos los cambiaron una semana antes y tuvimos que hablar y cambiar todo con los proveedores, invitados y la iglesia, así que aparte de la emoción se le sumaron unas cucharadas de nervios por saber si todo saldría perfecto.

Mi maquillaje y arreglo fue natural pero elegante, muy a mi gusto y cuando salí de casa de mis abuelos no pude evitar llorar y sentir emoción mientras toda mi familia, padrinos y damas me despedían para entrar en un hermoso carro de época que me llevaría a la iglesia. Todos los pensamientos sobre horarios, proveedores, pagos, salieron de mi mente y disfruté del cobijo de mi padre mientras entrábamos al altar y me entregaba a mi futuro esposo. Todo fue como en cámara lenta.