La boda de Hugo y Cecy en Irapuato, Guanajuato

La crónica de nuestra boda

Pues como todo llegó el gran día, lleno de nervios y sentimientos encontrados. Yo ese día desperté temprano ya que no pude dormir mucho de los nervios y me cambié y fui a comprar algo de desayunar, ya que muchas personas me recomendaron desayunar y comer muy bien para aguantar toda la presión que se venía y así lo hice. Desayuné muy bien y me fui a bañar para estar lista e irme a que me arreglaran, mientras estaba ahí me llegaban miles de mensajes y felicitaciones de amigos y familiares y uno que otro cancelando en último momento pero esto último ya no me importó, decidí no preocuparme más y disfrutar ese día tan especial. Regresé a casa y estaba lista para ponerme mi vestido de ensueño, con mucho cuidado mi mamá y una amiga me ayudaron a colocármelo y ¡oh sorpresa! me veía hermosa (dice mi mamá) a mí me encantó cada uno de los detalles que utilicé, desde el vestido hasta los zapatos y aretes, todo era perfecto para ese día.

Llegó el momento de salir de casa rumbo a la iglesia y los encargados de llevar a la novia era mi hermano y su novia, como salimos con tiempo dimos una vuelta por el centro de mi ciudad antes de llegar a la iglesia y las miradas de la gente no podían faltar, me daba un poco de pena pero lo disfruté, finalmente llegamos a la iglesia y comencé a ver a amigos, familiares, a mis damas y best man y comencé a sentir mil mariposas en el estómago, luego a lo lejos vi al amor de mi vida pero no quería que me viera y me agachaba, luego los fotógrafos que contratamos comenzaron a tomarme fotos, me sentía como estrella de televisión y ellos los paparazis, fue un poco abrumador pero divertido a final de cuentas. Llegó la hora de bajar del auto y entrar a la iglesia y las piernas comenzaron a temblarme a tal grado que se me atoraba el vestido cuando caminaba, pero me relajé y comencé a avanzar del brazo de mi hermano y mi mamá, la iglesia se veía hermosa y no podía dejar de sonreír y ver a mi futuro esposo a lo lejos. Finalmente llegué con él y la ceremonia comenzó y a decir verdad fue la misa más hermosa que pude tener el padre nos habló de una forma que hasta el más distraído puso atención a todo, yo estuve a punto de llorar en varias ocasiones pero me controlé, la misa duró una hora y media y no la sentí de lo bonita que estuvo. Al final el padre nos felicitó y nos dijo que éramos unos novios muy bien portados y nos dio su bendición y salimos de la iglesia donde ya nos esperaban todos los invitados que nos acompañaron a la ceremonia religiosa y tomamos algunas fotos con ellos, luego nos dirigimos a la recepción ya que ahí seguiríamos con la sesión de fotos. Cuando íbamos rumbo a la recepción mi hermano aceleró mucho el carro y el arreglo salió volando, me dio mucha risa y ya se paró y lo recogió, pero si se destruyó en su mayoría, en fin, algo tenía que pasar.