La boda de Guillermo y Citlali en Zacatecas, Zacatecas

La crónica de nuestra boda

¿Cómo empezar? Dicen que recordar es volver a vivir, y fué uno de los mejores días de mi vida que no cambiaría por nada del mundo y lo volvería a repetir una y mil veces sin cambiarle nada. Desde que comenzamos a buscar proveedores y organizadores de boda, no teníamos ni la menor idea de qué pedir, qué esperar, no teniamos ninguna idea aterrizda. Cuando por fin la tuvimos, contactamos con Life Eventos quien contratámos, y con el apoyo de mis padrees, mi abuela materna, algunas de mis tias y mi ya esposo y yo, fuimos dándole forma a todo esto. Primero emocionados, luego preocupados por el presupuesto pero al final todo salió mejor de lo que esperábamos.

El dia de la boda, me fui a arreglar con un estilista y mi madre y hermana con otro, a horas distintas procurando estar listas antes de la misa. Cuando terminaron de arreglarme, mi papá fue por mi y me dijo que me veía muy bonita. Me llevó a la casa y resultó que mi mamá y hermana aún no llegaban y pensé pues ni modo, ya es bien tarde yo te ayudaré a cambiar y entre él y me abuela me vistieron, pero oh sorpresa, que mi mamá había dejado encintado todo mi vestido y no me entró (era como corte sirena), y tuvo q desabrocharlo todo y sacar toda la cinta. Como tenía que entrar por abajo y el espacio era muy pequeño ¡me tuve que tumbar en la cama y subir las piernas como si estuvira haciendo abdominales, y mi pobre padres ahi mentiendo el vestido y la crinolina como podía. Al final llegó mi mamá y les ayudó a ponerme la cinta. Terminé de ponerme todo lo q me fataba y vino un primo por mi, y al llegar a la iglesia estaban ya la mayoría de las personas cuando menos el novio, ya que era el que interesaba mas. Dando las 18h en punto me bajé de la camioneta y al subír las escaleras de la iglesia de Santo Domingo tropecé con mi vestido y me caí un poquito de boca. Varios gritaron y yo como si nada, calmada ya me levanté y de pronto veo la hora y oh sorpresa, que mis papás no llegaban. Por cuestiones de tráfico y tiempo acortado se atrasaron 20 minutos y yo me quería morir, pero me relajé y dije nada va a arruinar este dia y lo tomé todo con la mayor tranquilidad. El sacerdote es amigo de la familia y fue gran entaja que los esperó hasta que llegaran, pobres estaban muy apenados.