La boda de Guillermo y Ariadna en Coacalco, Estado México

13:00: Llegó la comida que solicitamos a domicilio, pero todos estábamos corriendo en círculos y nadie le hizo caso "¡mi ramo!, ¡los recuerdos!, ¡la canasta! ¿están todos listos?" Después de esa hora no recuerdo más, el tiempo corrió demasiado deprisa, ya estaba todo lo que necesitábamos en la cajuela, la camioneta lista ¿y nosotros? Aún estabamos vestidos de manera casual, cuando de pronto ya no era la una de la tarde sino las tres y había que correr.

16:00: Vestido, velo, torera y estola puestos, mis zapatitos de princesa también, mi mamá me ayudó a ajustar el corsé y yo a ajustar su vestido. Mi papá elegantísimo con su traje y su característica loción esperando en la sala. Bajó primero mi mamá y luego yo para sorprenderlo, no pudo evitar tomar unas mil fotos de ese momento. Salimos al salón.

17:30: Nos habían advertido del tráfico y era real, estabamos atorados en una avenida y yo por supuesto posteando todo por bodas.com.mx. Finalmente el tráfico cedió y llegué al salón a tiempo.

18:00: Ahí estaba él, lo alcancé a ver a lo lejos por que no me bajé de inmediato de la camioneta. Aún no abrían el salón porque llegamos un poquito antes de lo citado. ¡wow! Ya quería verlo de cerca y darle un beso.

18:30: Han abierto el salón, mi papá me baja todo nervioso de la camioneta y empezamos todos a caminar sin saber qué hacer, estamos muy nerviosos, el novio ya está adentro y yo esperando mi llamada para poder hacer nuestro "first look" (hice trampa, por que lo había visto un poquito de lejos cuando llegamos) 1, 2, 3 "tapénse los ojos y caminen derecho...¡listo!...¡abránlos!" . Sólo puedo resumir ese instante diciendo ¡wow! Se veía tan guapo, tan feliz y nervioso. ¡Dios, en unos minutos me voy a casar con él!

18:45: Salimos hacia el jardín del salón, de la mano hacia el kiosko iluminado y decorado con flores en donde nos esperaba toda nuestra familia y el juez. El juez nos habló de manera hermosa acerca del amor, el respeto, la familia y la eternidad. No pude evitar soltar unas lágrimas. Nos pidió leer nuestros votos, los nervios nos traicionaron y tuvimos que sacar el acordeón por que no recordabamos nuestras palabras. Aunque eso sí, todas y cada una venían del corazón. Nos intercambiamos los anillos entre besos y sonrisas. ¡olvidamos esperar a que nos dijeran “puede besar a la novia”. Ahora sí, el juez nos declaró marido y mujer y finalmente "¡puede besar a su esposa! " ¡wow! Mi corazón explotó de felicidad, todos nos lanzaron burbujas y nos aplaudieron. ¡La sensación fue increíble!.

El resto de la noche pasó en un suspiro. Dejamos de ver la hora y simplemente disfrutamos, la cena estaba riquísima y más aún por que teníamos los dos muchísima hambre. Nos tomaron como mil ocho mil fotos con nuestra familia y amigos, y recibimos muchos regalos. Bailamos nuestra canción "Thinking out Loud" y la cantamos muy fuerte al unísono, nos divertimos como enanos bailando y compartiendo con todos los seres que amamos, el pastel estaba muy rico, a cargo de una de mis amigas y quedó genial. Guillermo le puso unos muñequitos de pasta temáticos de Game of Thrones que había hecho alguna vez para regalarle. Rompimos nuestras copas, bailamos, lanzamos el ramo y la liga entre risas y apapachos.

En todo momento disfrutamos y en todo momento nos divertimos, el estrés pasó por completo y olvidamos absolutamente todo, en ese momento estabamos viviendo nuestro momento.

12:00: Esta aventura terminó e inició la más grande de nuestras vidas. Concluimos un proyecto que era organizar nuestra boda casi totalmente DIY y al más puro estilo Vázquez Monroy y lo logramos. Ahora, la vida entera por delante. Amándonos, divirtiéndonos, respetándonos y nunca olvidando que somos una hermosa familia y la familia no se abandona ni se olvida.

03 febrero 2016: Con dos líneas rosadas caigo en cuenta que vuelve a iniciar la cuenta atrás. 38 semanas más y los Vázquez Monroy seremos tres.

¡Gracias por acompañarnos en esta aventura!