La boda de Gerardo y Isadora en Xalapa, Veracruz
Al aire libre Otoño Rojo 3 profesionales
G&I
08 Oct, 2016La crónica de nuestra boda
Bueno, ya que la boda se efectuó a las 12 del día, nos levantamos muy temprano, mi prometido y yo ya vivimos juntos, y decidimos salir ambos de la casa, pero él se vistió en el estudio, en el segundo piso y yo en nuestra habitación. Todavía anduvo rondando mientras me maquillaban y peinaban, incluso se puso a bailar con mi hermana (mi gemela) disque para ir entrando en ambiente. mientras tanto la casa era una locura. Normalmente vivimos en ella, mi madre, mi hijo, mi hija, mi ahora esposo y yo, pero un día antes llegaron mi hermana y su esposo de Cancún y estaban también, la chica que nos apoya, la fotógrafa con dos más, la maquillista, la estilista, el florista, y dos amigos que venían con el carro que me llevaría, 16 personas así entraban y salían, y no daba tiempo de sentir nervios aún. Por ahí de las 11:00 nos metimos a mi habitación para que mi hermana y mi hija (mi dama de honor) me apoyaran a vestirme, y al terminar salieron todos con rumbo a la Iglesia, escoltando al novio para que no se fuera a perder. Yo me quedé sola esperando a los chicos del carro, que habían salido un momento, y ahí empezó mi nerviosismo. No llegaban, y yo sin reloj a la mano ya lista en la puerta. Al fin llegaron y nos trasladamos lentamente a la iglesia, por ser un auto antiguo y adornado, pues las miradas eran todas para nosotros, bueno para el auto y para mí.
Seguir leyendo »Al fin en la iglesia, no me quise bajar, ya había pedido a mi prima Viry, mi mano derecha en ese momento, y a mi hija, que se encargaran de ordenar a la corte nupcial , hasta les hice un esquema personalizado para que nadie se confundiera, y mi hermana también les apoyó en esa tarea (todo bajo control) pues podía ver a mi prometido en la puerta, pero aun estaba llegando la gente y no se veía movimiento de que ya fuera a empezar, todos pasaban tomando fotos y saludando, y yo ya tenía el corazón acelerado. De pronto, vinieron a decirme que ya entrara, y no sabía ni que hacer de la emoción. Me tomé del brazo de mi hijo de 11 años (quien me entregó) y caminé rumbo a la entrada, me sorprendí de lo fácil que era con aquella cauda que de pronto me temía se me enredara en los tacones, pero no, todo en orden. Desde atrás de la fila de madrinas, padrinos, pajecitos y damitas, estaba él al frente, del brazo de su mami y su hija, su hijo y su nieta escoltándolo, pero sin mirar atrás, después supe que el sacerdote mismo le dijo, "no se vale voltear hasta que tu novia entre y ya estés esperándola en el altar" (me encantó)
Allegó entonces el momento de entrar, y yo que me había leído antes de salir de la casa, las recomendaciones que aquí en la aplicación encontré "camina despacio, mira al novio, sonríe, disfruta intensamente el momento" así lo hice, y fue de verdad maravilloso, mágico... eso si, me temblaba la boca, las lagrimas se peleaban por salir, el corazón se me salía del pecho... hubiera querido correr a besarlo, y desde lejos casi me derrito cuando leí en sus labios "te ves preciosa."
Ya tomada de su brazo nos acomodamos en el altar y comenzó la misa, toda ella hermosa, el Padre nos conoció 6 meses atrás, justo en el encuentro de matrimonios y parejas, en el que mi entonces novio me pidió que nos casáramos, y por ello creo que fue mucho más hermosa, pues nos habló de manera muy personal y muy linda. Nuestros padrinos de velación fueron mi tía Fran y mi tio Toño, quienes además nos habían invitado al encuentro que ya mencioné . Todo fluyó de forma hermosa, creo que en todas las fotos aparecemos sonriendo, y no es para la foto, ¡yo me sentía tan dichosa! y él se veía muy feliz. Toda la misa fue acompañada por la voz privilegiada de mi prima Doris Riaño, que canta como los ángeles, y eso creo le dio un toque muy distinguido. Nuestras damitas y pajecitos fueron su nieta y sobrinas y sobrinos, desde 11 años hasta 6 meses de edad, se veían como angelitos, y me parece que le dieron a la boda un toque de dulzura, inocencia y ternura.
Aunque debo confesar que una chica estuvo a punto de impedir la boda, sí, así como lo leen, una chica de casi 4 añitos se acercó al novio justo en el instante que el Padre le preguntaba "Gerardo, aceptas a Isadora como esposa..." y fue a preguntarle algo, y le jalaba del pantalón diciendo "abuelo, abuelo..." tuvo que ir su mami y llevársela de regreso a la banca... ¡qué susto!
Al final de la misa, el padre nos pidió que nos diéramos vuelta para ver a todas y todos nuestros amigos, familia y seres queridos que estaban acompañándonos, fue hermoso ver la Iglesia llena y conocer a todas y todos quienes ahí estaban ¡y recibir tanto amor!
Las fotos duraron largo rato, pues en verdad eran muchas las personas reunidas, y para nuestra fortuna no había misa posterior a la nuestra, ¡así que nos dejaron tomar y tomar fotos! De ahí salimos y fue cuando soltamos una paloma blanca de globo en simbolo de amor y de paz.
Nos subimos al auto ya juntos, y entonces sacamos un momento el celular y tomamos en el camino las únicas selfies del día (el resto del día no tocamos los celulares, es más, no los tuvimos ni cerca, eso me parece que debería ser una regla entre los novios durante la boda, claro que es sólo mi punto de vista).
Como el salón estaba ligeramente retirado y el tráfico intenso, el paseo en el auto duró un buen rato, y eso lo hizo muy rico, el paisaje ya para llegar es hermoso, pues el salón está en lo alto de una lomita, y tiene una vista esplendorosa. Ya estando en el lugar tomamos un descanso en una pequeña cabaña que nos prestaron con todas las instalaciones, precisamente para guardar nuestras cosas y por cualquier otra cosa.
Cuando entramos al salón fue genial, todo estaba lleno, la música muy bien, la decoración hermosa, mis primas y amigas se esforzaron por seguir la sugerencia de vestimenta, con todo y que eran colores que no acostumbran, pero la verdad todas y todos (porque los hombres también, aunque claro, más porque ellas los vistieron) peo lucían muy guapas y guapos, y los colores armonizaban genial con la decoración, el paisaje, y el hermoso día que nos tocó. Porque cabe enfatizar que varios días y hasta uno antes había llovido con entusiamo, y ese día yo estaba resignada a que no fuera la excepción, sin embargo no sucedió, sólo un par de minutos comenzó una ligera brisa y como magia se esfumó para dar paso nuevamente a un sol esplendoroso y un atardecer de ensueño... fue un día de sol maravilloso.
El brindis estuvo a cargo de mi cuñado Pepé Maya, poco faltó para las lagrimas, de verdad, habló tan hermoso, él le dijo un día antes a mi hoy esposo, "no te preocupes Bro, ai sale... " y la verdad sí que le salió muy bien. Sólo le falto brindar, se puso nervioso al final con los aplausos y dejó la copa para irse a sentar, ¡pero que le dicen en la mesa, y que se regresa rapidito para alzar la copa y brindar! La comida fue lo primero después del emotivo momento del brindis, pensando en que los invitados estuvieran a gusto y no sufriendo durante el vals y los juegos. Todo mundo expresó que les encantó el menú, y la verdad creo que sí estaba muy muy rico.
Entonces llegó el momento del vals,para el cual ensayamos sólo una vez, y nos moríamos de risa, pues obvio nada salió según el ensayo, pero descubrimos nuestra habilidad para improvisar, y nos divertimos mientras disfrutábamos de la canción que desde el principio hicimos nuestra, "Habítame siempre" de Thalía. Acto seguido, sorprendimos a nuestros invitados con "Idilio", una salsa sabrosa que igual no ensayamos, pero si algo me enamoró de mi hoy esposo, es justo lo rico que baila, y ya con cuatro años de ser su pareja de baile, ya no le pierdo el paso... el único inconveniente en este punto es que, le pedimos ambas al grupo que las tocara en vivo. y al parecer nos jugaron una broma con la segunda, pues la alargaron tanto que casi nos dejamos los pulmones y el hígado en la pista... creo que olvidaron que ya pasamos los 40, pero bueno, no nos rajamos, la bailamos enterita, pero dudo que alguien ahí no se diera cuenta del agotamiento... igual lo disfrutamos mucho.
Ya después, el vals con la familia, los buenos deseos, las bromas, las lágrimas, los consejos, los abrazos más fuertes, las sonrisas... para mí, momentos hermosos, pues sé que todos mis tíos, mis primos, mi hijo, mi cuñado, mis amigos estaban ahí con sus mejores deseos, con el amor que siempre me han dado, y eso me llena de dicha... ¡no me faltó ninguno!
Después las víboras de la mar, el ramo el liguero, y todo muy divertido... el baile, el pastel, muchas fotos, alegría, emociones ¡todas bellas!
La partida del pastel también fue motivo de fotos y fotos, y bueno, es que de entre los detalles que fui buscando no dejar de lado, estaban los muñecos del pastel personalizados de pies a cabeza, color de piel, mi prometido rapado, incluyendo hasta los accesorios, ramo, sombrilla, etc.
Al final, muy cansados, nos retiramos a pasar la noche de bodas en un hotel, el más famoso y de tradición en nuestra ciudad, al que por cierto jamás habíamos ido en calidad de huéspedes, por lo mismo que es en nuestra ciudad, y eso hizo de esa noche algo todavía más especial. A la mañana siguiente, la neblina hasta el suelo y la lluvia tupida nos hizo saber que ese hermoso día de sol entre tanta lluvia fue un divino regalo de Dios, ¡en el día más especial de nuestras vidas!
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