La boda de Gerardo y Azucena en Mazatlán, Sinaloa

Llegó la hora de la ceremonia civil, usé un vestido en color blanco casual y caminé hacia donde los invitados y mi novio (que se veía tan guapo con su traje) que ya me esperaban. La ceremonia fue realmente hermosa, la juez dijo unas palabras muy lindas, firmamos, hubo fotografías y por fin ¡ante la ley éramos marido y mujer!A las 7 pm sería nuestra ceremonia religiosa, en la capilla de la Sagrada Familia y ¡era ahora el momento de ponerme mi vestido de novia! Mi mamá fue quien me ayudó a vestirme, junto con una amiga y fue en ese momento cuando comencé a creer que ya era el día mi boda.

El coche me esperaba ya para ir a la Iglesia, iba acompañada de mi mejor amiga. Los demás nos esperaban dentro de la iglesia, Mi papá me esperaba en la entrada para llegar juntos al altar y entregarme a Gerardo ante Dios. Fue muy emotivo, pues ahora Dios había bendecido nuestra unión. Nos entregamos las argollas y las arras con la promesa de ser fieles, estar juntos en la salud y en la enfermedad todos los días de nuestra vida.A las 9 comenzó la fiesta, el salón estaba muy lindo. Los centros de mesa eran de Gerberas de colores, había arreglos de nuve y jardineras. Bailamos nuestro vals “This Momement On” de Shania Twain; el vals con nuestros papás y el famoso vals del billete. Fue muy divertida la víbora de la mar.

Terminando cenamos, hubo medallones de pollo rellenos con queso philadelphia, crema de brócoli y pay de queso. Nos divertimos mucho, bailamos mucho y lo más Importante fue que a pesar de algunas cosas todo salió como nosotros quisimos. Las personas que estuvieron presentes son las que tenían que estar, quienes nos aman y desean lo mejor para nosotros.Tuvimos nuestra luna de miel una semana más, todo el viaje fue lleno de recuerdos, emociones, lágrimas y mucha alegría. Ahora recordamos cada momento con las fotografías y video, pero sobre todo con recuerdos que quedaran grabados por siempre en nuestro corazón. Estamos llenos de agradecimiento, por habernos seguido a esta aventura tan linda.Ahora tenemos 19 días felizmente casados, caminando hacia un mismo rumbo con los mismos sueños y con una nueva pequeña familia donde sólo somos Gerardo y yo (por el momento). Y con la bendición de Dios y de nuestros padres, para lograr que nuestro amor perdure toda la vida y para siempre.