La boda de Francisco y Karla en Mérida, Yucatán

Creo que el primer momento que recuerdo de ese día fue cuando llego la hora de vestirme, me sentía muy emocionada y mi mamá y dama de honor también, mientras me cerraban el vestido mi mama me contemplaba y su mirada era muy diferente a cualquier otra que había visto, era como si con solo verme recordara en unos segundos toda mi vida, recuerdo que en algún momento se les complico el cerrar el corsé del vestido y entre risas y risas tardaron como 20 minutos en cerrarlo, luego en la sesión de fotos el fotógrafo le pidió a mi mamá que se pusiera frente a mí y me dijera algunas palabras, simplemente no pudimos, ella lloraba y yo me aguantaba para no llorar, al final nos dimos un gran abrazo.

Al llegar al lugar de la ceremonia, sentía mucho calor ( y no lo había), nervios, no se era mil cosas, pensaba en todo, en el banquete, las flores, los invitados, en fin, todo se me venía a la mente, pero cuando mi papá abrió la puerta del carro todo se me olvido, vi su enorme sonrisa, sus ojos brillaban y me decía que era la mujer más hermosa, me sentía reconfortada y feliz.

Mientras caminábamos pensé, es el momento, al fin llego el día y la hora por el que he estado esperando durante todo este tiempo y ahora solo pasaba por mi cabeza la cara de mi futuro marido, no veía a nadie más en el camino, no me fije de nada más, hasta que mi papá me entregó, todo fue muy lindo, las palabras del juez, las de mis padres, la lectura que tuvimos, las flores, sentía que todo estaba excelente, todas mis preocupaciones se terminaron en ese instante.

Después de la ceremonia llego el tan ansiado baile de los novios, sin embargo debo de admitir que el baile que más esperaba era con mi padre, con mis tíos y demás familiares, fue realmente hermoso el bailar con mi papá y cada uno de mis tíos, mi papá estaba realmente feliz, se le notaba en la cara, en los gestos, mis tíos estaban igual de felices, y mis tías encantadas con mi ahora marido, recuerdo que mientras bailaba con mi suegro me dijo ahora sí, es oficial, te has robado a mi hijo.