La boda de Emmanuel y Karen en Texcoco, Estado México

La crónica de nuestra boda

¡Un día inolvidable!

Ese día tan especial decidimos llevar a cabo nuestra boda con todas las medidas e invitar a nuestra familia y amigos más allegados.

Todo empezó desde temprano, mí ahora esposo con sus respectivos preparativos y yo también. La verdad es que nunca imaginas por todo lo que pasas antes de llegar al altar ja, ja... Me arreglaron en la hacienda donde fue la boda y mi esposo llego después (claro, que todos me escondían para que no me viera).

Así corrió la mañana, de pronto ya me encontraba adentro del auto esperando mi llamada para hacer mi entrada triunfal al altar. Él ya me esperaba (de espalda), llegué y lo toqué, él volteo y así nos vimos por primera vez en ese día tan ansiado. Transcurrió la ceremonia (nos casamos al aire libre, en la hacienda). Entre lágrimas, recuerdos y votos de amor, dimos el "sí, acepto" y nuestro primer beso como esposos.

Entre fotografías, risas, lágrimas y alboroto que se hace llegó el momento especial de nuestro primer baile… ¡aaaaahhhh! Fue el momento más romántico de todos (según habíamos ensayado, pero yo olvidaba los pasos ja, ja, la verdad no importó).