La boda de Eduardo y Priscila en Texcoco, Estado México

La crónica de nuestra boda

Fue un día muy especial. Soy una persona muy aprensiva y me preocupaba que las cosas no salieran como había querido, pero la verdad es que siempre sale algo mal. En nuestro caso habíamos planeado nuestra ceremonia religiosa en el jardín, lo adornaron precioso y justo a la hora que sería empezó a llover. En la carretera había mucho tráfico y el novio llegó una hora más tarde, mi mamá se fracturó el brazo un día antes, sentía que todo salía mal, pero llegó el momento en que me di cuenta de que ese día no se repetiría, que estaba con el hombre de mi vida y que a pesar de todo me sentía como una reina y estaba con las personas que más nos quieren, así que empecé a disfrutarlo. A pesar de todo lo malo, fue una boda de ensueño y soy la más feliz del mundo.