La boda de Eduardo y Brenda en Benito Juárez, Ciudad de México
Modernas Otoño Blanco 2 profesionales
E&B
14 Nov, 2015La crónica de nuestra boda
No recuerdo haber contado como iniciamos esta historia por lo que comenzare por cómo nos conocimos.
Era noviembre de 2010, ambos estudiando la Superior en escuelas y carreras totalmente distintas, en mi escuela se presentó una fiesta de mesa de pasantes a la cual el asistió por invitación de un amigo en común, él fue quien nos presentó y en esa misma fiesta nos hicimos novios, honestamente nunca creí que llegaríamos tan lejos pues no nos conocíamos pero sin pensarlo y sin sentir el tiempo pasar, llegamos a 5 meses de noviazgo y por azares del destino llegamos a tomar una de las decisiones más importantes vivir juntos, y así comenzamos nuestra historia como pareja llena de mucho esfuerzo, trabajo pero sobre todo de trabajar juntos donde el amor se hizo más fuerte y sólido.
El pasado diciembre de 2014 décimos por fin, casarnos por el civil, una ceremonia pequeña en casa solo con las personas más cercanas, muy tranquilo y muy lindo todo y en esta ocasión fue cuando tomamos la decisión de casarnos por la iglesia y ahí comenzó esta gran aventura de los preparativos, llena de ideas mucha imaginación y sobretodo con esa emoción que inspira una boda.
Seguir leyendo »Desde buscar la Iglesia y todo el papeleo que implica, hasta buscar el lugar de la recepción, elegir los padrinos, la decoración, el menú, el vestido, los anillos, el traje, los recuerdos todo absolutamente todo nos llevó bastante tiempo y dedicación para lograr la boda de nuestros sueños y como dato curioso nuestra boda fue temática: todos de blanco y no faltó el frijol en el arroz pero creo que logramos que se cumpliera en un 70-80%.
Y así fue como llegamos al 14 de noviembre de 2015, nuestro gran día “B”, la iglesia que elegimos fue la Iglesia de San Agustín de las Cuevas en el centro de Tlalpan, la celebración religiosa sería a las 5 p.m. cerca de donde vivimos, sin embargo Eduardo, mi esposo, decidió que no nos veríamos hasta la iglesia por lo que decidí que todo mi arreglo y mi salida sería de casa de mi abuelita, donde viví por 18 años, así que mi día inició desde las 8 a.m. donde mis tíos y tías, primos y primas, corrían por estar listos a tiempo ya que estábamos a una hora del lugar de la misa.
La chica que se encargaría de peinarme y maquillarme acordó de llegar a las 12 p.m. pero, oh sorpresa, pues llegó una hora después, con el tiempo contado, pues tenía que salir máximo a las 3 p.m. para llegar a tiempo (contemplando el puente, el “buen fin” y el tráfico de la Ciudad de México). Apenas alcanzó a terminar con su trabajo a las 3 en punto y aún faltaba vestirme, como pudieron mi abuelita y dos de mis primas me ayudaron a vestir, se me estaba olvidando la crinolina y quedó flojo el vestido, hasta que llegué al salón y mi papá logró apretarlo, cabe mencionar que el transporte que había enviado nuestro amigo para que pasara por mí, llegó desde las 2 p.m., no sé cómo no caí por las escaleras ya que bajé corriendo, como pude me subí al carro con mis primas y salimos como rayo hacia la iglesia.
Por obvias razones encontramos tráfico, faltaban 10 minutos para las 5 y mi esposito y mi papá marcaban y marcaban para saber por dónde iba ya que era muy tarde, fue en ese momento cuando me entraron unos nervios horribles casi al punto de llorar, la misa estaba programada para las 5 p.m. y yo llegué a la iglesia 5:05 p.m., mi papá y el fotógrafo esperaban ansiosos en la entrada de la iglesia y los invitados dentro de la misma, corrí con mi papá y fue ahí donde pude respirar. Por fin llegué.
La ceremonia estuvo muy tranquila y muy hermosa pues el padre que hospicio la misa es amigo de la familia de mi esposo y él estaba emocionado de llevarla a cabo.
Cuando entramos a la iglesia pude ver algunos rostros conocidos, mi cuñado, un niño especial algo confundido pero al verme y yo ver su cara de emoción y alegría me hizo comenzar a sonreír y de ahí no paré en toda la noche.
Pensamos que estaríamos nerviosos, pero fue todo lo contrario pues ambos estábamos totalmente seguros de lo que estábamos por vivir en ese momento. Dimos lectura a lo que nos indicó el padre y luego vino la bendición de anillos, arras y lazo así como el intercambio de los mismos, en ese momento di gracias a Dios por todo lo que nos ha ayudado a superar como pareja, y sobretodo por permitirnos compartir con todos nuestros seres queridos el momento más importante de nuestras vidas hasta el momento.
Terminando la celebración firmamos nuestra acta matrimonial e hicimos entrega de la ofrenda a la virgencita, al salir de la iglesia estaban todos nuestros invitados esperando arrojar burbujas y sonar cascabeles por nuestra unión, tomamos fotos con todos ellos y en lo que ellos se dirigían al salón nosotros emprendimos camino a la sesión de fotos la cual fue muy bonita y solo espero el momento de que nos entreguen todas las fotos.
Luego, partimos hacia el salón, el lugar de la recepción donde ya estaban un 90% de los invitados esperando nuestra entrada, y todos se pusieron de pie al escuchar nuestra canción de entrada, el “Himno de la Champions”, yo moría de risa porque a mi esposo casi se le salía el corazón y yo sin poder decir nada malo sobre la canción, fue sorpresa, y a todos les encanto.
Comenzaron las felicitaciones y fotos con los presentes, luego vino el brindis y palabras de nosotros a los presentes.
A continuación nuestro primer baile con la canción que siempre me canta mi amor y fue aquí donde salieron las de cocodrilo, bailamos “Soñé” de Zoé, la cantamos y recibíamos aplausos y manitas arriba de todos nuestros amigos y familiares.
Luego vino el vals con mis papás y con mi suegra y mi cuñis, “Vals de Alejandra” con Alejandro Fernández (nuestro favorito) y enseguida la partida del pastel, fue simbólica ya que se inició a repartir más tarde.
La sorpresa: Le hice un video a mi esposo donde le agradezco y le digo cuanto y porque lo amo tanto, aunque estaba tranquilo alcancé a ver algunas lágrimas en sus ojos, a mi si se me salieron algunas, por la emoción del momento pero le agradó mucho y a los invitados también.
Y por fin a cenar, moríamos de hambre, al igual que todos nuestros invitados. El menú fue el siguiente:
Crema: dúo poblano u elote
Pasta: spaguetti bolognesa
Plato fuerte: lomo San Nicolás en salsa de jamaica
Guarnición: papa al horno.
Bebidas: refrescos, agua mineral, whiskey, tequila y café
Durante la cena hubo mariachi que a todos les gustó, y luego comenzó el conjunto que se contrató y aquí inicio el baile. Todos muy alegres, muy contentos cuando de pronto que comienza la víbora de la mar de las chicas para lo cual les entregamos velitos que nosotros mismos hicimos, estuvo tan gracioso ya que todos se fueron contra mi esposito y que bueno porque no me hubiera gustado caer. Luego la aventada del ramo ¿quién lo ganó? mi suegra. Y me entró miedo cuando comenzó la víbora de los chicos que tuve que buscar a los mejores para que me sujetaran bien, mujer precavida vale por dos, y funcionó pues los hombres también se fueron sobre mi esposo y obvio tampoco nos pudieron tirar a ninguno, luego inicio la marcha fúnebre y llevaron a mi esposo por toda la pista hasta que comenzaron a lanzarlo por los aires por suerte no terminó en el suelo luego la búsqueda de la liga para aventarla, la ganó uno de mis primos y de pronto llegan con la escoba el mandil y una peluca, yo con botella en mano y en la otra un cinturón y a bailar el mandilón. Fue muy divertido.
Continuó el baile y mientras nosotros con nuestro fotógrafo acudimos a cada mesa para tomar fotos con nuestro marco y letreros DYI, fue la sensación y muy divertido. Al final repartimos algunos recuerdos entre ellos unas servilletas bordadas por mi abuelita y tías maternas, unos ojos de Dios Huicholes (representan los 4 puntos cardinales) también DYI con algunos dulces y unos kit anti cruda para los que estaban tomando.
Todo terminó a las 2 a.m. en el salón aunque algunos no querían desalojar a las 2:30 a.m., tuvimos que pedir ayuda para subir todos los regalos y parte de la decoración que quisimos conservar.
Terminamos muy cansados pero más felices que nunca y totalmente agradecidos con todos y cada una de las personas que nos ayudaron para que esto fuera posible, entre ellos a la comunidad de Bodas.com.mx ya que sin ellos no nos hubiéramos inspirado para organizar nuestro gran día B.
Gracias a todos y no duden en ser originales y fieles a sus gustos y creencias.
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