La boda de Eder y Magali en La Paz, Estado México

Llegó el momento de prepararme, mi futuro esposo (en ese entonces) iba a llegar hasta el inicio de la ceremonia civil, así que todo el mobiliario y arreglos, los hicimos entre mi hermana y unas primas, ya que sí, juntamos la ceremonia civil con la religiosa el mismo día. Yo quise una decoración en color oro, así que los globos, y la misma carpa tenía detalles en oro, las mesas y sillas también tenían sus detalles en oro, se veía precioso todo. Elegí centros de mesa de florero, con flores blancas y piedras oro, con un globo plateado que tenía nuestras iniciales. La mesa principal tenía un hermoso arreglo floral de rosas blancas, y la mesa tenía un mantel que mi suegra tejió, se veía adorable todo, y yo muy emocionada.

Ahora sí, fui al salón de belleza donde me peinarían y maquillarían, elegí un cut crease para los ojos, quería brillar, y un peinado recogido con mechones sueltos para combinar con el velo, así como detalles con flores blancas, un tocado de brillantitos, y lucí unos aretes antiguos que una amiga me obsequió.

Y llegó la hora... justo a las 2 pm comenzaba la ceremonia religiosa, así que me arreglé con un vestido blanco con un detalle en la pierna, estaba muy emocionada. Comenzó el juez, primero nos pidió nuestras identificaciones y leer todas las cláusulas que contenía el acta de matrimonio, mi esposo y yo decidimos que fuese por bienes separados, así que el juez procedió a comenzar con toda la ceremonia, y llegó el momento de firmar y poner huellas, y ¡bum! éramos marido y mujer ante las leyes civiles, me sentí muy feliz, era algo que no podía creer.

Pasó una hora y ahora era tiempo de arreglarme para la ceremonia religiosa. Yo soy católica y la parroquia que elegí ha sido mi parroquia desde hace muchos años, he sido voluntaria y catequista en ella así, que era una ilusión casarme ahí. Pues con tiempo llegamos, y primero se fue mi esposo (ahora sí lo era) junto con familia. Estaba muy cerca la iglesia de casa y después yo llegué, junto con mis hermanos, estaba tan feliz, me sentía hermosa, el vestido era perfecto, lo adoré, yo tampoco sabía cómo iba a lucir mi esposo, así que me hizo mucha ilusión verlo, porque sé el esmero que le puso eligiendo todo su atuendo. Llegó el momento de entrar… la mayoría de mis invitados, estaban presentes, y cuando vi la iglesia llena, me sentí muy feliz, estaba soñando. Comenzó el sacerdote, que me conoce bien, la ceremonia, y fue una celebración muy especial, el intercambio de anillos fue hermoso, las arras, el lazo… yo lloré de emoción en cada uno de los pasos, porque estaba muy feliz, y mi esposo lloró desde el primer momento en que me vio. Terminó la ceremonia y la gente se acercó a felicitarnos, vi amigos que hace mucho no veía, estaba realmente emocionada.

Llegó el momento del banquete, fueron carnitas que una de mis tías en conjunto con un primo hicieron con mucho amor, también fue mole, porque en el pueblo de mi papá no es boda si no hay mole, hubo cervezas, tequilas… bueno, una fiesta de pueblo pequeño y todos felices. El momento del primer baile fue increíble, soltaron globos y confeti desde el techo y bailamos al ritmo de “Thousand Years”, porque adoró la canción y sé que amaré a mi esposo por siempre. El resto de la fiesta fue baile, risas, felicidad... con ramo aventado, liguero y hasta bailecito sexy de mi esposo, la canción de la víbora de la mar, estuvo genial, nunca me imaginé estar ahí, cuando veía los videos de la boda de mis papás y llegaba a esa parte, realmente no me imaginaba que se sentía, pero lo viví y fue muy hermoso.

Y por último se partió el pastel: eran tres pisos de corazones con unos novios muy bonitos que elegí en una tienda de recuerdos de boda, junto con los cuchillos con que partimos el pastel. Y a comer pastel, que estaba delicioso, a mí me tocó de fresas con crema, pero había varios sabores, también partimos una gelatina que una amiga me regaló donde puso fotos de nosotros dos, estaba divina, y deliciosa.

Y así llegó el final de la boda, terminamos cansados pero muy felices, porque logramos un sueño que compartíamos, casarnos y ser desde ahora en adelante una familia con nuestra perrita y nuestra gatita, porque los bebés esperarán un poco más.

No pudimos irnos de luna de miel porque estuvimos a días de que declararán cuarentena en México, entonces lo dejamos para cuando todo esto pasé, porque por fortuna pudimos casarnos. Estuvimos a días de no poder, por eso agradezco mucho a Dios por darnos la oportunidad y, sobre todo, ahora por darme la sabiduría para poder ser una buena esposa, a pesar de que la situación económica del país en general es mala en estos momentos.

Agradezco su atención y espero se diviertan leyendo mi historia.