La boda de Diego y Elizabeth en Tecámac, Estado México
Modernas Primavera Morado
D&E
16 Mar, 2019La crónica de nuestra boda
Pues bien comunidad, después de leer tantas crónicas de bodas por fin puedo compartir con ustedes parte de lo que fue nuestro día tan especial.
El día empezó levantándonos súper temprano ya que la ceremonia religiosa sería a las 13:00 horas, una de mis primas que fue la que se encargó de mi arreglo, empezó a arreglarse desde las 5:00 para que le diera tiempo. Yo me levanté a las 6:30 a bañar y cuando bajé ya estaba arreglando a mi mamá, conmigo empezaron como a las 8:00 y para las 10:30 ya iba terminando, mientras mi esposo se arreglaba en casa de su mamá, nos casamos en enero del 2018 por el civil, pero no queríamos romper con la tradición de que el me viera hasta el altar y aparte que su mamá quería que saliera de su casa.
A las 11:00 llegó el fotógrafo y tuve que preparar los detalles que me iba pidiendo, por ejemplo, el vestido, accesorios, zapatos, anillos, ramo (aún no llegaba), etc; cuando terminó de capturar cada uno de ellos me dijeron que ya era momento de ponerme el vestido, así que me ayudó una de mis primas y mi mamá.
Seguir leyendo »Cuando me puse el vestido me di cuenta que había bajado de peso, ya que cuando lo recogí me apretaba ligeramente de los brazos y ese día me quedaba perfecto de esa parte, sin embargo, se hacía una ligera bolsita en la parte de la espalda, no le di importancia y le dije a mi mamá que así estaba perfecto. Antes de salir de casa, mis papás me dieron la bendición y empezamos a revisar que no se quedara nada, aunque la verdad todo era un caos ya que mi mamá estaba con los nervios de punta y le decía a mi papá que le ayudará con una cosa luego con otra y así estaban hasta que mi papá estaba al borde del estrés y ya iban a discutir, tuve que intervenir y decirles que se relajaran que si se olvidaba algo en la casa no había problema, no por eso se cancelaría la boda. Uno de mis primos fue el que me llevó a la ceremonia, cuando llegamos ya estaba mi esposo afuera de la iglesia con su mamá y dos de sus hermanos, no me bajé del carro para que no pudiera verme, pero lo pude observar todo lo que quise y se veía guapísimo, pero estaba mucho más nervioso, se le notaba a kilómetros de distancia.
Cuando era momento de acomodarnos para ingresar a la iglesia, la verdad no hubo mucha coordinación y no se ingresó como hubiese querido, cuando me tocó ingresar a mi empezó la Marcha Nupcial y mi esposo ya se encontraba esperándome en el altar, conforme me iba acercando podía observar que estaba llorando, lo amé mucho más en ese momento; mi papá y mi mamá me dieron nuevamente la bendición y también se la dieron a él, aunque debo confesar que también estuve a punto de llorar ya que son demasiados sentimientos encontrados los que sentí en ese momento, por una parte sentí felicidad porque estás por iniciar una nueva etapa de tu vida, pero a la vez te cae el 20 (como dicen) de que en esta nueva etapa ahora solo serás tú y tu esposo y es momento de cortar ese lazo que hay con mamá y papá.
Toda la ceremonia transcurrió normal hasta que al padre se le estaba olvidando el lazo y tuvieron que recordarle; a la salida hubo burbujas y pétalos, se veía súper padre la combinación. Después de las felicitaciones y fotos con la familia, fuimos al jardín de la catedral para que nos tomarán las fotografías de estudio y de ahí al jardín donde sería la recepción.
Cuando llegamos al jardín nos recibieron parte de los invitados (ya que aún no llegaban todos) y comenzó con las felicitaciones, posteriormente abrimos el baile, creo que hubo como 1 hora de música y sirvieron la comida, disfrutamos cada momento que comimos sin estrés alguno, ya que la parte de la logística del jardín fue perfecta.
Lo que vivimos ese día fue genial que no permitimos que las cosas que no salieron como habíamos querido nos estresara, hubo de todo risas, lágrimas, momentos chuscos; pero que al recordarlo y al ver las fotos nos hacen revivir cada detalle que paso.
Los invitados se fueron fascinados, les encantó las instalaciones del jardín, el servicio de los meseros, la comida, el ambiente que hubo, en pocas palabras todo y ahora nos dicen que hagamos otra fiesta, que nos casemos de nuevo (como si fuera tan fácil todo).
Creo que el lema de toda graduada es disfruta el día al máximo porque se pasa en un abrir y cerrar de ojos, siempre van a surgir detalles que no serán como lo planeaste, pero para las chicas que están próximas a casarse disfruten mucho cada momento y no dejen que las cosas que no salen como querían arruinen su día.
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