La boda de Daniel y Paulina en Guadalajara, Jalisco

La crónica de nuestra boda

Un día antes de la boda fue uno de los días más estresantes para mi hoy esposo, pues él se encargó de los últimos detalles y algunos proveedores se retrasaron y afectaron un poco la logística, pero mi esposo logró resolver los problemas y todo salió bien.

El gran día, en la mañana, todo parecía ir bien, un día tranquilo. Yo me sentía muy plena, mi hoy esposo seguía organizando los últimos detalles en el casino y templo. Cuando llegó mi maquillista fue cuando me empezaron agarrar los nervios je, je, je, por lo que opté por tomarme unas copitas de vino tinto para llegar relax a la boda ja, ja, ja.

Llegó el momento: mirarme frente al espejo con mi vestido blanco, mi velo largo, mi mamá y mi hermana a un lado que lucían tan radiantes, se me hizo un nudito en la garganta pues a partir de ese momento mi vida tomaría un rumbo diferente, se nos salieron unas lagrimitas y ya a darle que se nos hacía tarde.

Rentamos un vehículo, un Mustang 1962 rojo, hermoso, el auto de mis sueños. Mi papá y yo teníamos planeado restaurar un carro de esos algún día, juntos, lamentablemente mi papá falleció pero mi esposo cumplió un poquito de ese sueño.