La boda de Cristian y Leslie en Iztapalapa, Ciudad de México
Elegantes Invierno Blanco y negro 2 profesionales
El 30/01/2016 1,004 4 1
C&L
30 Ene, 2016
La crónica de nuestra boda
Un evento sin precedentes, siempre se ha pensado que la novia lleva todo el estrés y vaya que sí, pero jamás se habla de lo que sucede por la mente de un hombre.
Desde un inicio quería tener bajo control los aspectos técnicos de la boda, como productor tratas de que todo vaya bien y que el personal entienda lo que tiene que hacer. Eso fue para mí un estrés muy innecesario, pero fue de ayuda para no ponerme más nervioso por la boda.
En pocas palabras me distraje un poco con las cuestiones técnicas de la boda, para no pensar en cómo le haría para no derramar lágrimas al verla entrar, pero cuando dieron las 3 p.m. ya no había vuelta atrás.
Allí estaba, tan hermosa, con aquella mirada que me hipnotizó en un inicio, esa sonrisa que demostraba su total y completa felicidad al caminar con elegancia y perfecta sincroniza hacia el altar, no me pude contener y teniéndola a unos escasos metros de mí, mis ojos se humedecieron y con un acto colosal de llorar hacia dentro, suspire y perdí la noción del tiempo.
Seguir leyendo »Una ceremonia sin igual, justo como pedía con aquel ambiente único, donde jamás se repetirán palabras como tales, después de ese emotivo momento secarse las lágrimas y comenzar a sonreírle a las personas que nos acompañaban. Agradecí su tiempo y dedicación por estar con nosotros y abrí el tiempo del banquete y vaya que era justo y necesario ya teníamos hambre de aquellas.
Después de un exquisito banquete, tomé la mano de mi esposa y la invité a la pista mientras en el fondo se escuchaba el inicio de Magic de Coldplay. Sí, comenzamos nuestro primer baile. Siendo un poco torpe en cuestión de ritmo, simplemente dejé que aquel momento fluyera por sí mismo.
Poco después un show de IronMan comenzaría, pues sorpresa sería para mi esposa que aquel show abriera la pista de baile para comenzar a divertirnos.
Después de un par de horas de bailé de nuevo el apetito nos invadía y a cortar el pastel se ha dicho. Delicioso no me lo quería terminar.
Poco a poco las energías cedían y se aproximaba la hora de finalizar el servicio, mi esposa Leslie se me acerca después de ir a saludar a familiares y amigos y con una sonrisa incalculable me dice "El mejor día de mi vida, por fin hecho realidad con el amor de mi vida".
Con esas palabras suspiré y con un beso profundo y apasionado le contesté: "por fin, felizmente casados".
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