La boda de César y Karen en Ecatepec, Estado México
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C&K
27 Nov, 2015La crónica de nuestra boda
Hola Brides. Después de más de un año de que me casé, por fin les traigo la crónica de mi boda.
Debo decir que fué un día maravilloso, empecé por levantarme no muy temprano, como a las 9:00 ya estaba despierta, desayuné con mi familia, todos estábamos contentos, la noche anterior, a la hora de la cena, les entregué a mis papás y mi hermano unas cartas que le había a cada uno de ellos, con hermosos recuerdos y diciéndoles lo mucho que los amo y dándoles gracias por todo lo que me habían apoyado, fue bastante emotivo, todos lloramos, por eso, al día siguiente todos estábamos ya más tranquilos, platiqué un rato con mis papás, e hice las cosas con calma.
Me metí a bañar y esperé a mi tía y a mis primas que se iban a ir a arreglar junto con mi mamá y conmigo a la estética. La misa era a las 6:00 de la tarde pero teníamos que estar a las 5:30, la cita en la estética era a la 1:00, pero las chicas que nos iban a arreglar no llegaban, eran las 2:00 y nosotras aún de cara lavada. Total que si llegaron las muchachas, nos empezaron a arreglar, yo estaba muy tranquila, ya que "aún había tiempo" pero cuando me di cuenta ya eran las 4:00 de la tarde y aún no podíamos salir de ahí.
Seguir leyendo »Los nervios empezaban a hacerse presentes, mi mamá ya estaba un poco nerviosa y por lógica yo también. A las 4:30 salimos de la estética, no habíamos comido nada más que el desayuno, así que pasamos rápido por una pizza, llegamos a la casa y todas en friega a cambiarnos.
Recuerdo que yo corría por toda la casa con un pedazo de pizza en la mano, como pude me lo comí. Mi mami que ya se había arreglado, me ayudó a ponerme el vestido, entre mis primas, mi tía y mis papás, afinaban detalles para que todo estuviera perfecto, llegaron los fotógrafos y era hora de bajar las escaleras, mi papi bajó conmigo, fue una alegría muy grande el saber que en ese momento estaba comenzando una nueva vida para mí.
Bueno, nos tomaron unas cuantas fotos y ya era el momento de salir de casa de mis padres, me dió nostalgia y tristeza pero con las prisas, no tuve tiempo de despedirme del nido como hubiera querido, subí al auto, yo iba con mi papá, mi mamá se fué en otro carro, íbamos en caravana y aunque ya era tarde, íbamos tranquilos, llegamos a la iglesia y nos quedamos un rato en el carro porque, ¿qué creen?... el novio aún no llegaba, pero como 5 minutos después llegó.
Mientras esperaba, le hablé por teléfono a mi abuelita que no tuvo oportunidad de ir porque está malita de sus piernas, pero me dió la bendición y todo, había llegado la hora de entrar a la iglesia, mi familia iba conmigo, justo afuera, me abrazaron y me dieron su bendición, estábamos listos para la ceremonia.
A lo lejos vi que mi futuro esposo también estaba en un momento muy bonito con sus papás, después de eso el padre nos llamó para empezar con la misa, fue hermosísimo ver la iglesia tan adornada, tan bonita. Cuando ví a Cesar a los ojos, me dieron muchas ganas de llorar, estaba muy contenta y no podía ocultar mi felicidad, la misa siguió su curso, y yo sentía que estaba y que no estaba ahí, parecía que estaba en un sueño, y no podía dejar de mirar a mi casi esposo, nos entregaron las arras, los anillos y cuando comulgamos el padre nos dijo: "es lo único de vino que van a probar hoy, por que tienen que consumar bien el matrimonio". Nos reímos y nos sirvió para calmar un poco los nervios. Cuando el padre dijo "los declaro marido y mujer", nos abrazamos, nos besamos y fue ahí cuando por fin respiré. Nos preparamos para salir de la iglesia, todos nos felicitaron y apurados hicimos la sesión de fotos que iba a ser en el jardín de la catedral.
Terminamos la sesión de fotos y nos fuimos rumbo al salón, nos tuvieron esperando en el camerino hasta que llegaran la mayoría de invitados que se pudiera, nos presentaron e hicimos entrada triunfal ya como marido y mujer, recibimos los regalos y los invitados pasaban a tomarse la foto con nosotros, después, hicimos el brindis, nos dijimos unas palabras y agradecimos a todos por haber asistido, luego llegó la hora del vals, nosotros bailamos la de "El Poder de tu Amor" de Ricardo Montaner, bailamos y nos cantamos la canción, ese momento fué mágico, yo sentí que todos los invitados habían desaparecido y solo estábamos mi esposo y yo, luego vino el vals con los papás, donde es inevitable derramar una que otra lágrima, obviamente volví a decirles a mis papás cuanto los amo.
Hicimos la partida simbólica del pastel y nos sentamos a comer nuestros sagrados alimentos, el menú fue crema de chile poblano y lomo en salsa de nuez, la verdad estaba delicioso, mi esposo aún no terminaba de comer cuando en eso, que lo llama el imitador de Luis Miguel para que se parara a bailar, él no quería pero me acerque y le dije, "no te enojes, párate, es tu boda y solo es una vez" asi que nos levantamos y empezamos la pachanga con "el sol" y de ahí abrimos pista.
Rato después, empezó La Víbora de la Mar, debo decir que las mujeres andaban medio apagadas al principio pero después, hasta una salió volando de lo rápido que iban, los hombres como ya saben, son más bruscos, por suerte todos los que me agarraron a mí eran de los fuertes, solo que mis valientes caballeros sí salieron un poco golpeados.
Siguió el ramo, todas las chicas formadas y adivinen ¿quién lo atrapó? mi mami, aunque una prima dice que a ella se lo arrebató.
Luego, la liga, la ganó un primo de mi esposo que se la quitó a mi hermano.
Seguíamos baile y baile y yo no quería que la fiesta terminara nunca, pero bueno, era hora de ir a las mesas a "pedir su cooperación para una casa sin muebles", al menos eso les decía yo, mi comadre fue la que anduvo conmigo recolectando el dinero, mientras a mi esposo le ayudaron sus amigos, fue una parte divertida de la fiesta.
Y bueno... pues ya se acercaba el momento de terminar, no sin antes aventarnos otros bailes, ya saben el Caballo Dorado, "YMCA" y todas las clásicas, algo así como a las 2:30 am ya era hora de terminar con la fiesta, los invitados ya comenzaban a irse, y nosotros súper tristes de que el día se había acabado.
Al salir los invitados volvían a felicitarnos y a darnos sus mejores deseos para nuestro matrimonio.
Creánme, fue el día mas feliz de mi vida, para mí, todo salió perfecto, no pudo haber salido mejor, ese día me sentí como una princesa a quién su príncipe le hacía su sueño realidad.
El matrimonio no es fácil, pero es lo más hermoso que me ha sucedido.
Espero chicas que las haya transportado a ese hermoso día 27 de noviembre de 2015 y que hayan disfrutado mucho de leer mi crónica.
Por último, le doy gracias a esta hermosa página, a las coordinadoras y a todas y todos los brides que se tomaron un poquito de su tiempo para leer mis debates y comentarlos, aquí me guié para realizar toda mi boda, y muchas de ustedes fueron una gran motivación para mí. Gracias, las leo pronto.
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