La boda de Carlos Alberto y María Fernanda en Cuauhtémoc, Ciudad de México
De noche Verano Morado 2 profesionales
C&M
17 Sep, 2016La crónica de nuestra boda
El día comenzó muy temprano con buen clima y mucho sol. Mi mamá, mi tía Angelina y yo bajamos a desayunar al restaurante del hotel y platicamos con toda la calma del mundo, teníamos tiempo de sobra. Yo desayuné bien pero a medias, no quería ni comer, estaba muy nerviosa pero a la vez tranquila, tenía todo agendado e íbamos de acuerdo al itinerario. Estábamos echando relajo y tomando muchas fotos, como relojito llegó la maquillista y estilista a la habitación, me hicieron el peinado más alto del mundo y me dejaron los ojos padrísimos. Me veía espectacular, me dicen que parecía Ariel (la sirenita), mi mamá y mi tía se veían hermosas y raras, porque ellas nunca se maquillan pero de algún modo, seguían viéndose como ellas mismas, de repente, me entró la ansiedad, mis ramos no llegaban y la florista no contestaba, hasta la 1 p.m. avisó que ya iban en camino, que según no había nadie de confianza que pasara por el dinero que tenía que darle. Llegó 1:30 p.m., todo bien, seguían arreglando a mi mamá y a mi tía así que no había problema, ¡fiu!, una preocupación menos.
Seguir leyendo »Dieron las 2:30 p.m., el novio llegó al hotel para su maquillaje. Normalmente hubiera dicho que no importaba, que se perdiera el regalo de su maquillaje (venía de regalo en mi paquete de maquillaje) pero en esta ocasión dije "recuerda, está pelón y va a brillar en las fotos" así que igual, como relojito, llegó al hotel para su maquillaje. Subió a la habitación y yo me escondí en el baño. Le taparon los ojos con un antifaz y lo voltearon para que no viera absolutamente nada de lo que estaba en la habitación. ¡Lo maquillaron rapidísimo! Justo antes de salir, llegaron las fotógrafas, igual como relojito y aprovecharon para tomarle fotos y después lo sacaron. Pude salir del baño para hacer mi sesión de preparación junto con la maquillista y las fotógrafas. Hicieron unas lindas tomas de mi vestido, de mi maquillaje y de cómo me ponía la liga. Muero por ver esas fotos.
Llegó el auto al hotel, ya estaba todo listo, íbamos con excelente tiempo, hora de ponerse el vestido ¡era enorme! La camarógrafa tuvo que ayudarnos, entró perfecto, me lo había probado el día anterior y me quedaba ligeramente grande. Vamos subiendo el cierre y ¡crash, se rompió! Pero no se rompió como se zafaron unos dientes, no se rompió totalmente. ¡Nos queríamos morir! Mi mamá y mi tía histéricas, yo extrañamente, muy calmada. Mi mamá salió corriendo a llamar a Carlos para que consiguiera hilo en el hotel porque obvio, se nos había olvidado. Nos dieron unos paquetitos con 5 hilos de 50 cm de diferentes colores, totalmente inadecuado para lo que necesitábamos, pero gracias a Dios, super Angelina estaba ahí, sacó sus habilidades de costura y me cosió todo el vestido puesto con hilos de todos colores y sabores, tardamos 45 minutos pues la aguja también era muy pequeña y corriente, se doblaba a cada rato pero ningún hilo se notaba. Finalmente, pude salir de la habitación, las fotógrafas seguían tomando fotos y Carlos me esperaba en el auto. Al final decidimos que se iría en el auto de las fotógrafas para que realmente no me viera, aunque estoy casi segura que en un punto me vio de reojo.
Subí a mi carcachita y nos dirigimos a La Posada del Sol hacia la sesión de fotos. Carlos llegó primero y dejó nuestra ofrenda de dulces a la niña fantasma que ahí habita. Yo llegué después y salí corriendo al patio de la posada, ya era tarde. Carlos estaba escondido pero las fotógrafas me colocaron en posición, era la primera vez que Carlos me iba a ver vestida de novia, fue mágico. Llegué por detrás de él, cubrí sus ojos y volteó a verme, se quedó sin palabras, la sesión de fotos fue mágica. Por el momento, el lugar, la inspiración de Harry Potter, todo. ¡Muero por ver esas fotos!
Subimos nuevamente a nuestra carcachita y nos dirigimos corriendo a Catedral. Todo el camino fue hermoso, nos saludaban, como si nunca hubieran visto a una pareja de novios, me hizo sentir muy especial. Incluso escuché a una niña decir que ahí iba una princesa. Me sentí muy bonita.
Íbamos tarde pero bien, había tráfico pero todo estaba dentro del horario, teníamos una hora de colchón y nos la estábamos comiendo, pero ahí íbamos, sonriendo a la gente aunque yo por dentro gritaba que se movieran.
Llegamos 5:30 p.m. a catedral, excelente tiempo. Me guardaron en la capilla de los ángeles que está a un costado de la oficina de catedral, igual, los turistas me veían y me tomaban muchas fotos, pero sentía que me faltaba algo, mi mamá no había llegado, estaba atorada en el tráfico junto con mi tía Angelina. ¡Me estaba muriendo! El padre había sido muy claro que a las 6 p.m. empezaría la misa, estuvieran los novios o no, así que menos esperaría a mi mamá, ¿por qué decidieron cerrar tantas calles en el centro ese día? Dios, ayúdame, 5:55 p.m. llega mi mamá por la puerta, muy molesta por el tráfico pero corriendo a ponerse en posición. Hay que poner los boutoniers, denme mi ramo y vámonos formando.
La catedral se veía preciosa, flores blancas, iluminada con las Donnas, flores y el Altar Mayor de fondo. Papá necesito que arrastres los pies porque me estás pisando, vamos más lento, ¡qué nervios!
La misa fue muy bonita, el Padre se sentó frente a nosotros, hizo que nuestros padres hablaran y nos dirigieran unas palabras, igual todos los padrinos, nunca había visto que hicieran eso en una ceremonia. No dejé de sonreír durante toda la misa, excepto durante mis votos, no aguanté y lloré, me dicen que todo el mundo en la Catedral se puso a llorar, que según casi nunca pasa.
Salimos con el órgano tocando la marcha nupcial y a tomarnos fotos. Yo estaba super feliz, no dejaba de sonreír, tenía esa sonrisa boba como cuando nos dimos nuestro primer beso.
¡Vámonos a la fiesta!
Nosotros llegamos al salón en carcachita, bajé de un brinco y Carlos detrás de mí con la cola del vestido. El salón se veía muy bien con esferas de cristal con velas colgando del cielo, mesas rectangulares y redondas con flores y follaje al estilo del gran comedor. Los centros de mesa tenían libros y rodajas de madera. Las bases de los platos eran doradas con manteles rojos al estilo de Gryffindor y velas alumbrando. El grupo estaba en el mezzanine así que no estorbaba pero la pista nos quedó algo pequeña. La coctelería estaba deliciosa con poción multijugos (Martini de manzana verde), amortentia (Martini de arándano) y Félix Felicis (piña colada) acompañados de montaditos de betabel y berro, espárrago con jamón serrano e higos con manchego.
Entramos al salón y nuestros invitados nos recibieron con varitas arriba. Abrimos el baile con nuestros papás bailando "The lady is a trampo" de Tony Bennet y Lady Gaga para seguir con nuestro baile de novios con la canción de “Lucky” de Jason Mraz y Colbie Caillat, a todos les pareció muy bonito, lo bueno fue que ensayamos porque yo no sé bailar (casi me caigo en una vuelta pero shhh).
Cenamos muy rico, el menú fue:
-Strudel de bubotubérculos mixtos (strudel de setas mixtas)
-Quiche de mandrágora con espejo de gurdirraíz (quiche de espinacas con espejo de pesto)
-Crema de coclearia y jerez de Madame Malkin (crema de nuez de la india con Jerez)
-Medallones de pollo rellenos de queso feta con aceitunas abisinas en salsa de bayas dirigibles (medallones de pollo rellenos de queso feta con aceitunas negras en salsa de frutos rojos)
-Nido de papa con bubotubérculos al ajillo (nido de papa con hongos al ajillo) -Ensalada griega con jitomate y aceitunas abisinas de la profesora Sprout (ensalada griega con jitomate y aceitunas negras)
-Pastel de calabaza de "El Caldero Chorreante" servido en frasco
-Pastel de cerveza de mantequilla de "Las tres escobas" servido en frasco
La cena fue un éxito con todos.
Ya era la hora de empezar a bailar, abrimos pista con una sorpresa, bailando un mix de las canciones de Beetlejuice, Day-O (piensen en la escena de la cena donde todos bailan) y Shake Senora (al final de la película cuando Lidia flota y baila), todos se pararon a bailar y no dejaban de reír y así empezó la fiesta.
A media noche partimos el pastel ¡era hermoso! Era de dos capas de Nutella y otra de red velvet con queso crema, estilo naked cake chorreado de chocolate, decorado con varitas de pretzel, ranas de chocolate y snitches doradas. ¿Mencioné que el cake topper eran cromos de nosotros dos y nuestra perrhija? ¡A todos les gustó mucho! También abrimos la mesa de quesos y debo decir que voló.
¡La pasamos extraordinariamente! Hubo sus detalles que ya contaré después, pero todos bailaron, comieron y bebieron a gusto. Estoy muy contenta de que a todos les haya fascinado la boda y que todos hayan dicho que nunca habían ido a una boda así, ¡pero estoy más contenta que finalmente me casé con mi mejor amigo!
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