La boda de Blas y Rocio en Hermosillo, Sonora
De noche Verano Blanco 5 profesionales
El 22/09/2018 318 2 0
B&R
22 Sep, 2018
La crónica de nuestra boda
Fue el día 22 de septiembre de 2018, en Hermosillo, Sonora, recuerdo que ese día empezó muy temprano, a las 9:00 de la mañana me citaron a maquillaje y peinado, todo salió muy bien, pero al salir del salón me quedé afónica, no podía hablar, no sé si fue que en días anteriores no dormí bien. En fin, todo salió muy bien, llegamos a la sesión de fotos y, sorpresa, todo fue muy lindo, sobre todo el momento en que vi a mi futuro esposo, fue indescriptible el primer contacto, hubo lágrimas, risas y mucho amor. Terminando la sesión de fotos, dos horas antes de las 9 pm, terminé ampollada, tuve que irme a cambiar de zapatos, pues llegamos apenitas al civil, ya el juez estaba esperando, pero llegamos.
La ceremonia civil fue hermosa, y contrario a lo que pensaba, no hubo nervios, pura risa y felicidad, la decoración nos dejó boquiabiertos, una pared de velas y el camino hacia el altar, porque esa fue nuestra boda puro civil, hubo un camino de flores con un diseño espectacular hecho por nuestro coordinador Marcial de Los Bagotes.
Seguir leyendo »La decoración fue muy bonita, fueron flores blancas con mucho follaje, y el arco que estaba detrás de nosotros en la mesa de novios estuvo precioso, gracias a Los Bagotes (salón), es un jardín. En la entrada pusimos un cuadro de madera y dentro pusimos yute como si fuera tendedero y con ganchos para la ropa minis, pusimos los números de mesas y los invitados que iban sentados en cada mesa.
Mi esposo, se aventó las letras luminosas, le quedaron hermosas, y el cuadro también lo hizo él.
De recuero para nosotros, pusimos dos jengas desbaratados con plumones y los invitados escribían sus deseos y también pusimos una cabina de fotos, quedaron encantados los invitados.
La fiesta estuvo espectacular, y a lo que había escuchado de otras parejas, que decían que se iba volando la noche, a mí se me hizo perfecta, la comida riquísima, pechuga de pollo a la poblana con ensalada y una papa al horno con tocino y crema, el pastel riquísimo.
En el baile de novios, nuestra canción fue Destino o casualidad de Haash y Melendi, hubo chisperos y fue un momento muy lindo.
La canción de padre e hija fue Sweet Child of Mine de Guns and Roses, pero versión balada y a medio baile entraron mi esposo y mi suegra.
De ahí siguió la tanda húngara con música banda, estilo Sonora y gracias a Dios hubo mucha afluencia, seña de que se sigue usando.
El momento del ramo y la liga fue muy padre, en el ramo puse en un aro 40 listones y lo puse en la base del ramo, le di un listón a cada invitada y empezaron a dar vueltas, mientras yo cortaba uno a uno hasta que quedó uno solo y mi invitada ganadora del ramo.
En la liga, en lugar de mandiles hubo corbatas graciosas y eso sí, menos afluencia de hombres que de mujeres.
La fiesta continúo y la gente estuvo baile y baile, hubo termos para las bebidas, globos para el baile y letreros de fiesta, hicimos una combi tamaño real (el frente) para que se tomaran fotos los invitados, en las mesas pusimos chocolates y abanicos ya que, hacia mucho calor, tiraron al novio hacia arriba los amigos, y cuando terminó la música, no podíamos sacar a la gente jeje.
En fin, mi boda fue todo y mucho mejor de lo que imaginé, el servicio brindado por Los Bagotes (el local) fue más que maravilloso y la música por el grupo Andromeda, fue genial.
Todavía recuerdo esa noche y sonrío, mi boda me encantó, fue un año de preparación, estrés, discusiones, alegrías, un conjunto de sentimientos que se complementaron y el resultado fue más que maravilloso.
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