La boda de Arturo y Faby en Querétaro, Querétaro
De noche Primavera Anaranjado 7 profesionales
A&F
06 May, 2017La crónica de nuestra boda
Unos días antes de la boda, el padre que nos casó nos citó para platicar acerca de la ceremonia, nuestros votos y las lecturas que queríamos. Ese día nos dijo que sería especial, que hasta ese día (de la boda) en la mañana nos confesáramos para empezar de cero nuestra nueva vida juntos. Aunque yo no estaba del todo convencida por los tiempos de peinado, maquillaje y todo lo que las novias implicamos, accedí emocionada y muy nerviosa.
El gran día llegó y como era de esperarse, por mis nervios me desperté a las 4 am y ya no pude dormir más, solo me quedé en la cama pensando en todo lo que ocurriría en ese día y anotando los pendientes de último momento para que no se me fuera a pasar nada.
A las 7 am me alisté para que Arturo (mi ahora esposo) pasara por mí para ir con el sacerdote, llegó muy puntual, muy guapo y muy nervioso también, aunque más sonriente de lo normal. El confesarnos ese día fue la mejor decisión que pudimos tomar, el padre calmó nuestros nervios, encomendamos a Dios nuestra unión y nosotros nos sentimos más emocionados y conectados que nunca.
Seguir leyendo »Al regresar cada uno a su casa. Arturo desayunó, platicó un poco con amigos y familia que estaban reunidos en su casa y luego se metió a bañar, él dice que hasta ese momento “le cayó el 20” de lo que estaba a punto de pasar. Mi familia me recibió con un gran desayuno donde todos convivimos, platicamos, reímos y liberamos un poco nuestros nervios.
A las 11:30 am llegó una de mis mejores aliadas, mi maquillista, super temprano empezó ella y su equipo a prepararnos a mi hermana, mamá y a mí. Todo iba mejor que lo planeado, estábamos a tiempo en todo, escuchando música y super relajadas dejándonos consentir, peinar y maquillar.
Alrededor de las 2 pm, le pedí ayuda a mi mamá para subir a mi cuarto y ponerme finalmente el vestido y zapatos ya que el chofer estaba a punto de pasar por mí para llevarme a la sesión de fotos. En ese momento, nos dimos cuenta que no podríamos abrocharme correctamente el vestido ya que la tienda no puso junto con los demás accesorios el cordón con el que se cerraba el corsé, en ese momento todo lo bonito de ese día se convirtió en estrés, enojo y salió la bridelliza que habitaba en mí. Inmediatamente llamé a la tienda y se dieron cuenta que ahí lo tenían, así que me dijeron que lo mandarían lo más rápido posible. No sé si realmente les grité mucho o fue el destino que nos ayudó, pero en menos de 20 minutos tenía mi cordón y vestido listo y puesto. Todo volvió a la normalidad. Excepto la foto que me tomaron al salir de casa, ahí todavía salgo con cara de estrés.
Obviamente llegué un poco retrasada a la sesión, pero no le tomé relevancia porque el novio también iba tarde (el amigo que quedó de pasar por él se retrasó), así que, respiré profundo y esperé a que los fotógrafos me avisaran que estaba todo listo.
Llegó el momento de que Arturo me viera vestida de novia por primera vez, caminé lentamente hacia él y al tocar su hombro con mi mano se volteó e inmediatamente sus lágrimas empezaron a caer. Fue uno de los momentos más bonitos de ese día. No dejaba de verme y decirme lo hermosa que me veía.
Primero nos tomaron fotos a él y a mí, y después tuvimos una sesión muy divertida con nuestras damas y damos.
Después volvimos a separarnos, yo me fui a dar un retoque de peinado y maquillaje y él se fue juntó con los amigos a la iglesia. Nos casamos en Catedral, un lugar hermoso y muy especial para mí ya que fue la iglesia donde se casaron mis padres. La misa fue uno de los momentos más bonitos de ese día, nuestros votos, el llanto de mi esposo, las palabras de nuestros padres, voltear y ver la iglesia repleta de la gente que nos quiere, ¡fue hermoso!
Desde el día que nos comprometimos, tuve miedo de que el día de la boda lloviera porque siempre quisimos una hacienda o jardín para la recepción. Así que, un año antes, meses antes, días antes, horas antes de la misa estuve siempre al pendiente del pronóstico del tiempo que nunca indicó lluvia y pues, ¿qué creen? Llovió en cuanto salimos de la iglesia
Estaba tan contenta después de la ceremonia religiosa que no me importó la lluvia y solo quería llegar al salón para divertirme con nuestra familia y amigos y aunque nuestro cóctel de bienvenida se echó a perder (porque era un lugar abierto) todos los invitados se portaron padrísimo y ¡nadie se quejó de nada!
La noche empezó con el brindis, palabras del novio, cena deliciosa con Mariachi y uno de los momentos más emotivos, el vals, nuestra canción, I don’t want to miss a thing the Aerosmith hizo que se nos pusiera la piel chinita y hará que recordemos ese momento para siempre. En cuanto el vals terminó, abrimos pista y toda la gente se paró a bailar, la pista nunca más estuvo sola. Para cerrar con broche de oro, la banda llegó y todos bailamos hasta más no poder. Fueron muchos meses de planeación, hubo cosas que no salieron como esperábamos, pero todo salió mejor, nuestra familia y amigos hasta la fecha nos felicitan por tan bonita y emotiva boda. Mi esposo y yo irradiamos amor y felicidad y es que como no, después de 8 años de noviazgo, ese día fue una ¡fiesta total!
Sin duda nuestra boda es uno de las cosas más bonitas que me ha tocado vivir. ¡Viva el amor!
Servicios y Profesionales de la Boda de Arturo y Faby
Otros Proveedores
Otras bodas en Hacienda San Miguel
Ver todas
Otras bodas en Querétaro
Ver todas
Hacienda Jurica by Brisas
La Casa del Molino
Jardín Casa Victoria
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario