La boda de Armando y Miriam en Tlaquepaque, Jalisco

La crónica de nuestra boda

Fue sin duda alguna el mejor día, valió cada día de preparativos, cada centavo gastado, todo. De verdad el proceso se disfrutó muchísimo, vivimos un sin fin de emociones. Cuando íbamos a visitar lugares para ver si nos convencían, cuando buscábamos opciones de colores, decoración, ideas para la fiesta, todo eso te llena de emoción.

La verdad es que tratamos de hacerlo dentro de lo cabe sencillo, pero que fuera algo especial, y todos nuestros proveedores ayudaron mucho a eso. Nosotros al principio no queríamos hacer fiesta, queríamos irnos solo de viaje, pero debo admitir que gracias a algunas personas nos convencimos de hacerla y fue la mejor decisión.

No sé por donde explicar, pero seré breve. Todo ese día fue un día lleno de nervios, de prisas y de un poquito de estrés hasta antes de la ceremonia, incluso ese mismo día no te cae aún el 20 de lo que está a punto de pasar, estás tan concentrado en que se termine de hacer lo necesario que no te das tiempo de analizar la situación hasta que ya estás parada frente a todos caminando hacía donde está tu pareja. De verdad que es uno de los sentimientos más extraños, mucho nervio, mucha emoción, mucho sentimiento, demasiadas emociones encontradas pero de los mejores momentos sin duda.