La boda de Armando y Lorena en Celaya, Guanajuato

La crónica de nuestra boda

Buen día

Pues qué les puedo decir, para nosotros fue un día lleno de mucha felicidad. Por la mañana todavía estuvimos con algunos pendientes. A las 12:30 fue cuando nos separamos para alistarnos, yo por primera vez llegué muy puntual a misa y, sin embargo, él que siempre llega puntual llegó tarde (ja, ja, ja) y yo no me quería bajar del auto hasta que él llegara. Por fin llegó y entramos a la misa y todo estuvo muy lindo. En la misa lo disfrutamos cada instante, se terminó la misa y nos fuimos en el auto con nuestros hijos a la fiesta. Ahí todo estuvo cómo nosotros lo habíamos pedido, no hubo algo que no nos agradara. Tuvimos nuestra sesión de fotos, y llegó el momento de nuestro vals y ¡zaz! que ponen uno que no era el que queríamos, al final bailamos el que nosotros quisimos.

La verdad, fue el mejor día de nuestras vidas. Porque lejos de estresarnos, disfrutamos cada instante y las personas que nos acompañaron nos hacían esa observación que se nos veía la felicidad todo el tiempo.