La boda de Ángel y Suny en Mexicali, Baja California

El auto lo recogió mi papá y mi tío y sólo le estaba dando la última limpiada. Llego el momento de terminar de alistarme. Mi mamá me ayudó a ponerme el vestido y ahí fue donde empecé a sentir que los nervios se apoderaban de mí, más porque en ese momento mi papá entró al cuarto y al verme se quedó mudo y sus ojitos brillaban. En mi mente sólo rogaba que no llorara porque si no me ganaría también el sentimiento. Me abrazó y me dijo que me miraba hermosa, que ya no me quería llevar, pero sólo bromeaba es lo bueno.

Llegó el momento de subirme al auto e irnos al Salón del Reino. El discurso de boda comenzaría a las 2 pm. Al llegar mi papá me ayudó a bajar del auto mientras que el fotógrafo y sus ayudantes tomaban fotos y comenzaban a grabar (excelente servicio y muy profesional).

Toda novia es hermosa, y la verdad que así me sentía yo, al entrar del brazo de mi papá. Fue muy hermoso y al mismo tiempo nostálgico, pero logré controlar mis emociones. Y a unos cuantos metros estaba el amor de mi vida esperándome. Fue hermoso mirar su rostro, nunca olvidaré ese bello momento.

Nos dieron un lindo discurso, estuvieron amigos y familia muy queridos compartiendo nuestra unión. Llegamos a los votos los cuales son hermosos y a la entrega de los anillos a cargo de mi pequeño y precioso primito. Al salir del Salón del Reino nos fuimos a la sesión de fotos en el jardín de un hotel junto con nuestra familia y nuestros acompañantes. Fue agotadora pero muy divertida y quedamos contentos con el resultado. Después esperamos que se diera la hora para la recepción que era a las 7 y mientras comimos un poco porque moríamos de hambre.

Se llegó la hora y nos dirigimos al jardín donde sería la fiesta. Al llegar dieron el anuncio de que haríamos la entrada y me volví a poner nerviosa pero gracias a Jehová que nos salió muy bien. Entramos con la canción A thousand years y fue hermoso mirar a tanta gente en su lugar y observar ese momento especial. Nuestro vals de novios fue Déjate amar de Intocable y el vals con nuestros padres fue Por tantas cosas de Alex Ubago fue ahí donde ya no me pude aguantar y lloré abrazada de mi papá. Fue bello y emotivo ese momento.

La comida estuvo super rica a cargo de mi suegra. Sirvieron pavo acaparrado con puré de papa y ensalada. La música era genial en ningún momento dejaron la pista sola, miramos cómo todos nuestros invitados se divirtieron y eso nos hizo más felices todavía. El tiempo se fue como agua, pero a pesar de ello disfrutamos nuestra hermosa boda. Aún la recuerdo y la verdad que quisiera volver a revivir ese día. No recuerdo si algo salió mal o tal vez me lo ocultaron. Para nosotros fue perfecto. Y fue gracias a nuestra familia y amigos ya que nos apoyaron bastante.

Lo único que puedo decir y aconsejar al igual que todas las demás novias que ya pasaron por esto es que disfruten ese día al máximo, no hagan coraje con las cosas que pudieran salir mal, bailen, tómense fotos y rían junto a su familia y amigos, sobre todo con su pareja. Hay tanto estrés previo a la boda pero es hermoso disfrutar los preparativos, así que ese día véanlo como "bien hecho".