La boda de Alejandro y Yuriko en Hermosillo, Sonora
Elegantes Otoño Rosa 6 profesionales
A&Y
22 Oct, 2016La crónica de nuestra boda
Jamás sentí nervios, no sé por qué. Una noche antes dormí como un bebé, desperté sin sueño y desayuné muy bien. A las 10am en punto llegó mi estilista (pero sobre todo, mi amigo querido) con su ayudante a peinarme. Como conozco muy bien su trabajo, y él conoce muy bien mis gustos, confié en su buen juicio. Lo único que pedí fue un peinado recogido y de lado, algo que se viera limpio y elegante. El resultado superó mis expectativas. Tampoco tenía algún capricho en particular en cuanto al maquillaje, sólo quería algo natural, clásico, que retratara bien. Mi talentosísima maquillista por supuesto que lo logró.
De repente todo pasó super rápido. En algún momento se dieron las 13:30, ¡cuando la misa era a las 14:00! Una de mis mejores amigas estaba aquí para ayudarme a vestirme, se tomaron unas cuantas fotos del momento y salimos lo más rapido posible. Cuando íbamos a medio camino, ¡el ramo! Se me había olvidado el ramo en la casa, así que regresamos rapidísimo por él. Nuestro padrino de arras, amigo de Alejandro, fingió como "el chófer de la novia" y nos fuimos a toda velocidad a la iglesia, llegando unos 7 minutos tarde.
Seguir leyendo »La misa fue hermosa, divertida y conmovedora. ¡Se me fué rapidísimo el tiempo! Tras los abrazos y felicitaciones al salir de la iglesia, Alejandro y yo nos trasladamos a casa donde me retocarían el maquillaje y esperaríamos a las damas, los groomsmen y familiares para comer algo ligero y a la sesión de fotos.
Faltando una media hora para las 19:00, nos trasladamos al lugar donde serían las ceremonias civil y cristiana, y la fiesta. Es una casa club que está a 5 minutos de casa. La fiesta fue en la terraza, y las ceremonias en un jardín que está en un plano más bajo, pero en la misma área. Ahí, en un redondel que está a la orilla de un lago, montaron un gazebo con telares, luces, y flores, y en el centro había una mesa con mantel dorado, un arreglo floral y un candelabro de cristal.
Nuestra boda fué tradicional y no. Digo esto porque mi ahora esposo es cristiano, y yo soy católica. Él accedió a casarse por mi religión, pero me pareció justo y correcto que se oficiara una bendición cristiana. Cuando decidimos hacerlo así, pensamos que tendríamos poca asistencia en las ceremonias, pues probablemente nuestros invitados eligirían ir a una u otra. Pero me sentí extremadamente feliz y afortunada al ver que la mayoría decidió acompañarnos a ambas, y recibimos muchísima más gente de la esperada. ¡Eso nos hizo muy felices!
No les voy a mentir, la ceremonia civil inició tarde y fué un poco desastrosa. La oficial del registro civil que la celebró (además de llegar tarde) insistía en la presencia de mi mamá, cuando claramente al llenar la forma yo había especificado que había fallecido. Traté de decirle discretemente que "no estaba", pero la señora seguía insistiendo, lo cual fue bastante incómodo. Además pronunciaba mal los nombres de los testigos, ¡en fin! La edición de esa parte del video sería todo un reto para nuestro videógrafo. Finalmente firmamos el acta, borré de mi mente el mal momento y tuvimos unos minutos para relajarnos, comer unos bocadillos y tomar una copita de vino espumoso.
A las 20:00 inició la ceremonia cristiana. Como ya habíamos sido declarados marido y mujer ante Dios y el hombre, nuestra segunda ceremonia consistió en un hermoso sermón por parte del pastor, y llevamos a cabo la ceremonia de la luz, donde ambos prendimos un sola vela que portábamos cada uno. También recibimos una biblia por parte de nuestros padrinos y la bendición de nuestro matrimonio. En ese momento volteé a ver a mis damas y las ví tan bonitas a todas y me cayó el veinte de que habían estado en pie desde la mañana y sin descanso. Y ahí estaban, cansadas me imagino, pero sonrientes y de buenas. Me sentí muy afortunada de tenerlas como amigas, y les estaré por siempre agradecida. Después de eso, ¡fiesta!
Aunque hubieron algunos cuantos detalles que no me encantaron, la decoración en general se veía hermosa. La entrada a la recepción y el techo de la terraza fue entelada con tergal, iluminado con spots en ámbar y de colores, y con flores y candiles colgantes. Elegimos flores en tonos bugambilia, distintos tonos de rosa y blanco, combinadas con dorado. El backdrop de nuestra mesa se veía espectacular, con luces, flores y velas colgando de un gran marco de madera y flores.Tuvimos dos escenarios: uno para un grupo de jazz/swing/big band (¡que amé!) y otro para nuestro DJ. La primera parte de la fiesta la amenizó el grupo y la segunda el DJ.
La pista se veía genial, era LED infinity, que se iluminó de blanco para nuestro primer baile (No te Apartes de Mi, de Vicentico y Valeria Bertucelli), que fue todo un éxito aunque por cualquier cosita me salvé de caerme, y es que ¡es todo un reto bailar con un vestido así de largo y voluminoso! En ese momento agradecí haber optado por unos tennis de plataforma, pues no sé qué hubiera sido de mí si hubiera usado tacones. Cuando terminamos el baile, iniciaron los fuegos artificiales. Siempre los he amado, ¡y no podía no tenerlos en nuestra boda! Luego nos acompañaron a la pista nuestros invitados y todos bailamos la de Only You, ya interpretada por el grupo.
Y pues bueno, tras la cena (crema de papa al horno con cheddar y láminas de tocino en miel de maguey, filete de res en salsa de mostaza dijon y cognac con brocheta de verdura y aro de papa, y pastel de vainilla con fresa, de plátano con ganache de chocolate, de especies y de chocolate, un piso de cada sabor), el ramo, la liga y la fiesta.
Fue un día extenuante, ¡pero feliz! No puedo decirles que todo fue perfecto. Hubieron imprevistos y detalles con los que no quedé conforme y que omitiré de momento, pero por lo que a mí respecta, nuestra boda fue perfecta, y así la recordaré por siempre.
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