La boda de Adolfo y Marisol en Cancún, Quintana Roo
En la playa Verano Azul 4 profesionales
A&M
02 Sep, 2017La crónica de nuestra boda
Este año, fue año de decisiones. Hablamos de qué era lo que anhelábamos para nuestro futuro y sin duda ambos nos vimos juntos hasta el final. El 18 de mayo de 2017 mi ahora esposo Adolfo, originario de Yaxcabá Yucatán, viajó conmigo a la ciudad de Monterrey para pedir mi mano. A partir de ese momento comenzó el camino hacia nuestra boda.
Siempre que platicábamos acerca de esto, estábamos muy de acuerdo en que no queríamos una fiesta grande con cientos de invitados, por el contrario, nuestro deseo era que sólo estuvieran nuestros familiares más cercanos, aquellos con los cuales tenemos un lazo de unión muy estrecho y que fuera una ceremonia muy íntima.
Aún por más sencillo que lo quisimos hacer, planear nuestra boda fue mucho trabajo pero disfrutamos cada momento, sólo él y yo, buscando y eligiendo a los distintos proveedores que se harían cargo de que nuestro evento fuera inolvidable y hermoso.
Decidimos no tener padrinos, quisimos esforzarnos para hacernos cargo de todo y que nuestros invitados sólo se gozaran con nosotros.
Seguir leyendo »Finalmente decidimos hacer nuestra boda en la playa, en el Hotel Cancun Bay Resort. Desde un principio nos enamoró todo el plan que nos ofrecieron y tanto fue su empeño y dedicación que lo reflejaron en nuestra boda. Nuestro mayor temor era que lloviera el día de nuestra boda ya que sería todo al aire libre y así pasó. Ese día amaneció con una gran tormenta.
Una vez oí a alguien decir que cuando llueve el día de tu boda es porque tendrás lluvia de bendiciones en el matrimonio y así tomamos ese mensaje de Dios. Pero no todo se había arruinado, nuestra coordinadora de bodas, Mara Villicaña, tenía un maravilloso plan B bajo la manga. A las 4 pm fuimos al registro civil con la familia para hacer legal nuestra unión.
Saliendo de ahí Dios comenzó a despejar los cielos y nos dio oportunidad de realizar nuestra ceremonia a la orilla del mar, una ceremonia hermosa en donde el objetivo era realmente pedir la bendición de Dios e iniciar nuestro camino juntos tomados de Su mano.
Posteriormente cuando pasamos a la recepción nos tenían un hermosísimo salón preparado y que nadie creía que habría sido improvisado de último momento, un pequeño salón muy íntimo en donde de un lado había pequeñas mesas tipo cóctel, una hermosa mesita con nuestras iniciales (hechas por nosotros), con un álbum con fotos de cada invitado en momentos que tuvimos con ellos (igual lo hicimos nosotros) y del otro lado de esa área, una hermosa mesa imperial decorada de la forma más bella que hubiera podido imaginar y nuestro pastel embelleciendo desde una esquina de esa área.
Entramos y entonces bailamos nuestro vals "Amor de mis amores" de Natalia Lafourcade, todas las canciones que hubo en nuestra boda fueron elegidas por los dos, en una tarde nos pusimos a practicar nuestro vals y nos pusimos a buscar música que no fuera lo típico (cumbia grupera, banda o reggaeton) escogimos puras románticas entre baladas pop y otros, el ambiente musical fue muy agradable y como lo planeamos y cabe resaltar la participación de nuestro saxofonista, Felipe Rodríguez, quien actualmente me da clases de saxofón, no sé cómo describirlo pero lo primero que se me ocurre es que se lució y dio un toque de elegancia y romanticismo a nuestro evento.
La cena fue deliciosa, abundante y con detalles únicos y exquisitos. Después partimos nuestro pastel y hubo un tiempo para convivir bailar un poco de la música que llevábamos y hasta jarana yucateca ¡cómo no! Todos sin lugar a dudas pasamos un grandioso bello y especial día. Saliendo de ahí nos fuimos a un hotel que habíamos reservado en la zona hotelera de Cancún y finalmente hoy nos vamos de luna de miel a Chiapas.
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