La boda de Rodolfo y Santa en Poza Rica, Veracruz

El Sacerdote, amigo nuestro, ofició la misa en un ambiente por demás de camaradería, chusco y con cariño. Antes de comenzar le preguntó a Rodolfo en repetidas ocasiones si estaba seguro de que realmente se quería casar y en todas le respondió que sí y le seguía preguntando lo mismo hasta que mi ahora esposo le dijo: " Padre, ya se está tardando mucho en casarnos", no es muy común que el hombre esté ansioso de casarse.

Al término comenzaron las fotos con amigos y familiares, pero tuvimos iglesia llena que éstas no paraban, incluso llegó el mariachi que iba a acompañar en la siguiente boda y hasta el Sacerdote le pidió que mientras tocaran algo en lo que salíamos, pero como las fotos seguían llegó un momento en que él tuvo que pedirnos que saliéramos para que pudiera oficiar la siguiente misa, pero estábamos felices de que nos acompañaron muchas amistades y familia.

De ahí partimos al lugar de la recepción en donde ya nos esperaban, pero ya saben que la pareja entra hasta que ya hay salón lleno, nos tardamos algo así como media hora en subir. Solicitamos un micrófono del equipo de música contratado y al ir subiendo las escaleras comenzamos a hablar y a decirles que, si ya estaban todos listos y acomodados porque ya estábamos por entrar, después nos comentaron que adentro los invitados nos buscaban y que no nos veían por ningún lado, no se esperaban que nos anunciáramos. Al entrar hicimos la vuelta en el salón, ¡nos encantó ver la cara de alegría de todos y cada una de las personas que se congregaron para festejar con nosotros de nuestra felicidad! Posteriormente y en cuestión de minutos y sin aviso previo (claro que ya lo teníamos platicado con el tecladista) comenzó a sonar el "Mambo Number Five" y corrimos la pista, ¡otro momento sorpresivo para nuestros invitados!, cierto que ya es costumbre que las parejas hagan un baile especial pero aquí lo fuera de contexto es que no fue anunciado, sino que lo dejamos ir así, de repente. Después de lo anterior y en lo que nos reponíamos corrieron un poema en video preparado por nosotros y que se llama "Si muero antes que tú" narrado por Mariano Osorio, para nosotros representa la vida que queremos llevar, trabajaremos porque así sea. Enseguida tomamos nuestras copas y comenzamos el brindis; otro momento emotivo y especial, lo hicimos nuestro pues no fue el clásico brindis en donde un familiar o amigo de alguno de los dos se pone al frente a dar esas palabras llenas de cariño hacia la pareja, no, lo hicimos sólo él y yo. Brindamos porque esa unión recién bendecida por Dios sea duradera, que el cierre mis ojos o yo cierre los suyos cuando Dios disponga, brindamos porque cuando haya algún problema seamos lo suficientemente inteligentes para solventarlo de la mejor forma, porque siempre nuestros caminos vayan en la misma dirección y juntos cumplamos los objetivos ahora trazados como pareja, brindamos por estar juntos, siempre juntos. Enseguida invitaron a algunas amistades a decirnos su sentir respecto de nuestro enlace, es tan satisfactorio escuchar lo que sienten esas amigas con quienes se creció y disfrutó la infancia, de la amiga que ese día estaba realizando una de las etapas más importantes de su vida. Posteriormente pasamos al vals como pareja con todos los invitados, también emotivo pues cada persona nos iba diciendo su sentir y no dejaban de comentarnos ¡lo felices que nos veíamos!

De ahí pasamos a la cena, menú que degustamos con bastante agrado (debo mencionar que el banquete fue preparado en casa por mi Madre) y con una sazón exquisita, y de fondo una música de jazz. Al término de ello hubo una tanda de baile y después hicimos un paréntesis para bailar la víbora de la mar, a las mujeres les pusieron un velito de novia ¡se veían preciosas! Estaba fascinada de ver bastantes chicas casaderas y no casaderas en la pista en la espera del ramo, porque hay ocasiones en que no quieren participar pero en nuestra boda disfrutaron a la par de nosotros cada paso que dábamos ¡gracias! Después fue el turno de Rodolfo, estaba muy nervioso porque hubo varios intentos de tirarlo, y aunque se salvó de no caerse si se impactaron varias veces con él cuando la fila de hombres ya se descompuso, pero eso no mermó el disfrute del evento, y lo graciosos que se veían los hombres con su mandilito.

Después vino otra tanda de baile y fue muy satisfactorio ver cómo se divertían todos. Luego pedimos un espacio pues habíamos preparado unas canciones, el tecladista nos invitó al estrado y anunciándonos nos dispusimos a cantar la canción de José José: "Ya lo pasado, pasado", nos pareció más que acorde a la celebración pues bien dice: "pedimos un aplauso para el amor que a nosotros ha llegado, mil gracias por tanto amor...", ¡uf! ¡mil gracias por tanto amor Rodolfo!.

Una vez que terminamos esa parte y mientras los demás bailaban divertidos nos dispusimos a partir el delicioso pastel relleno de cajeta con nuez.

No faltaron los bailes colectivos que siempre hacen que se llene la pista, no olviden ponerlos en la lista de la música que tocarán.

Aún tenemos muy latente las vivencias de ese hermoso, fantástico y mágico día, el día que nos declararon unidos para siempre. Te amo amor.