La boda de Francisco y Rut en Acapulco, Guerrero

La crónica de nuestra boda

Nuestra boda fue perfecta de inicio a fin, el día más soñado de toda mi vida. Viajamos desde el jueves al lugar de la recepción junto a algunos familiares y a nuestro cortejo. Esos días fueron muy bonitos, hubo una comida de ensayo y pudimos convivir súper bien, pero el inicio de nuestro día especial fue perfecto. Ese día me levanté y desayuné junto a todos, comenzamos el ensayo y yo solo podía pensar en lo bonito que estaba abriendo ese día el sol, después los nervios empezaron a correr todos empezamos a arreglarnos, todas mis damas corriendo de aquí para allá, los padrinos también. Yo estaba tranquila, pero por dentro muriendo de nervios hasta que tocan a la puerta y era mi esposo para decirme que me amaba y que no podía esperar a empezar nuestra vida juntos. Ese momento rompió con todos los nervios, dudas y miedos que tuve ese día, lo besé y le dije nos vemos en un ratito mi amor y ese ratito literal corrió, el tiempo se pasó volando. De pronto ya ví a todas mis damas arregladas, los fotógrafos sacándonos fotos, mi vestido y corona listas. No podía creer que estaba viviendo mi día, comencé a vestirme y entró mi papá que siempre ha sido mi ejemplo y mi mejor amigo, me dijo que me veía hermosa me puso los complementos y me avisó que había retrasado la hora de la ceremonia por el calor. Me asomé y estaban ya todos mis invitados esperando y fue un shock total, empezaron a bajar las damas con los padrinos estaban formados y me asomé y vi a mi esposo todo nervioso, no dejaba de moverse, fue muy bonito. Y la música empezó a tocar, no quería asomarme, confié todo en mi hermana que fue mi dama de honor, y yo me olvidé de todo. De pronto ya era el momento, tomé a mi papá del brazo y empezamos a bajar, como siempre él me conoce perfectamente y sabía que iba muriendo de nervios, no podía ni caminar y comenzó a hacerme reír y a decirme que me veía bonita y fue perfecto. Al acercarme solo mientras caminaba escuchaba a la gente decir que mi vestido estaba hermoso, pero a pesar de que volteé no recuerdo a quién vi hasta que levanté la mirada y ví al amor de mi vida esperándome. Me volví a enamorar de esa sonrisa perfecta que me enamoró hace 2 años y algunos meses, me tomó la mano y lo abracé tan fuerte como pude, era un sueño hecho realidad. Me dijo al oído que me veía hermosa y no podía parar de sonreír. Reaccioné hasta que no entraba por el vestido tan grande, me ayudaron a sentarme mi papá y mi esposo para escuchar la palabra, fue una boda cristiana y de verdad todo el tiempo tomada de su mano y sonriendo, no podía parar de agradecerle a Dios por el clima y por todo. Nos paramos, nos dimos los anillos, nos declararon marido y mujer y no podíamos creerlo, estábamos viviendo ese momento que soñamos tanto me dio el primer beso como esposos y todos aplaudían y se sentía un ambiente tan bonito. Salimos caminando por el pasillo rodeados de sonrisas y de pétalos de rosas rojas y al final me cargó como una princesa y me dio un beso inolvidable, no podía creer todo era como un sueño, ya nos esperaban al salir bebidas refrescantes y un atardecer bellísimo para nuestras fotos como esposos y con nuestros familiares y cortejo. Me dieron 10 minutos para retocarme y entramos al lugar de la cena con nuestra canción “Lover” de Taylor Swift y voltee a mi alrededor y la decoración estaba hermosa, nuestra mesa de esposos perfecta y todos estaban ahí felices por nuestra felicidad. Empezó la cena y estuvo deliciosa súper fresca y con nuestra postre favorito. Después anunciaron el brindis el cual fue muy emotivo. Seguido de eso comenzó mi baile con mi papá y fue muy muy emocionante, lloré de felicidad, de agradecimiento pues el siempre desde chiquita hasta ese día me ha apoyado en todos mis sueños, la gente lloró, lo abracé y le dije gracias por todo. De ahí me entregó en la mano de mi ahora esposo y bailamos la canción de la Bella y la Bestia que fue mi canción desde chiquita, fue divertido bonito y emocionante. La gente aplaudió, me dio un beso de princesa y empezaron los fuegos artificiales, en ese momento me sentía tan plena, tan feliz de esos momentos en los que quieres gritar tu felicidad por todo el mundo y se lo dije a él, que es mi mundo, cuánto lo amaba y él a mí, y la felicidad inundó todo el lugar. La gente bailó, se divirtió, yo bailé con él y me di cuenta que me casé con el hombre más divertido del mundo. Hubo una mesa de dulces muy rica y refrescante y la fiesta terminó a las 4 de la mañana y al final con algunos que aún no se iban pasamos otro ratito. Nos metimos al cuarto que mi hermana decoró hermoso, y en sus brazos me di cuenta que realmente pasó y que de verdad estaba casada con un hombre maravilloso.