La boda de Ricardo y Adris en León, Guanajuato

La maquillista terminó su trabajo, colocó mi hermoso velo, hecho por mi mami, me encantó el resultado, me fui a mi cuarto me puse mis zapatillas, caminé hacia mi mamá para que me ayudara a colocar el vestido, entre ella y mi amiga lo abrocharon, mi hermano el mayor me ayudó a colocar mis accesorios y por fin me vi por primera convertida en la novia , fue una sensación mágica, aguanté las lágrimas que estaban por caer porque saber que estaba a una hora de caminar a la altar de la mano de tú papá no es algo fácil, pero fue imposible no derramar las lágrimas al ver la cara de mi papá cuándo me vio vestida de novia, ya que sus lágrimas caían por sus mejillas, fue un momento de nostalgia convertida en felicidad, la fotógrafa dijo que era la hora de que mis papás me dieran la bendición, fue cuándo comprendí que era hora de salir por esa puerta, salimos de la casa el auto ya estaba esperándome, me subí al auto mi amiga me acompañó en el trayecto, como salimos con bastante tiempo de anticipación tuvimos que dar una vuelta porque el templo todavía estaba cerrado, al pasar por ahí alcance a ver a mi novio y las mariposas en el estómago empezaron a revolotear a todo lo que da, vi que mucha gente ya estaba ahí entre ellas mis damas que se veían guapísimas, después de dar el tour, llegamos por fin al templo ya que sólo faltaban 5 minutos para las 6 de la tarde, me bajé del auto con la ayuda de mi hermano, les hablé a mis damas para que mi amiga les entregara sus ramos, en eso me dice la mamá de una amiga “ya está el padre en la puerta” hecha un manojo de nervios corrí para llegar a la puerta, ahí estaba el sacerdote, nos dio la bienvenida a ambos, mi suegra y mi cuñado estaban con mi novio uno a cada lado, atrás estaba yo con mi papá del lado derecho y mi mamá al lado izquierdo, el padre pidió a mi suegra y mi cuñado darme la bendición como un miembro más de su familia e igual mis papás le dieron la bendición a mi novio, el sacerdote pidió que entráramos a la iglesia, vi como mi novio camino adelante acompañado de su mamá y su hermano, después entró todo el cortejo, finalmente entre yo, empecé a escuchar la marcha nupcial, sentí en ese momento que todo cobró magia, el camino se me hizo eterno, mi papá me bromeo diciéndome que por cuál puerta corríamos, adelante de mi veía a mi sobrino caminar con su letrero, no lograba ver a mi novio ya que los padrinos me tapaban, de repente lo vi ahí parado esperándome en el altar con una carita llena de amor, sus ojos estaban llenos de lágrimas, al llegar a su lado me dijo que me veía hermosa, fue así que el sacerdote comenzó con la misa, al llegar el momento donde uniríamos nuestras vidas para siempre las manos me temblaban, dijimos nuestros votos saliéndonos un poco de los comunes, después fue el momento de ponernos los anillos, entregar las arras, finalmente fuimos declarados maridos y mujer, nos pusieron el lazo, comulgamos y al final entregamos el ramo a la virgen, salimos para las fotos con nuestros invitados, me dio gusto ver mucha gente en misa, al salir veía caritas conocidas cosa que me daba mucho emoción, nos aventaron pétalos de rosa, aunque por error me aventaron una rosa entera que me dio directo en la cara, fue un momento muy gracioso, aventamos las palomas y ambos estábamos felices de compartir tanta felicidad con las personas que nos rodeaban, nos tomaron miles de fotos y nuestros invitados nos felicitaban, terminamos con las fotos y nos dirigimos al lugar donde sería la sesión de fotos.

En el trayecto al lugar mi esposo y yo nos dimos el tiempo de decirnos cosas muy lindas e inmortalizar los momentos que estábamos viviendo, el estrés ya se había ido ya era sólo un recuerdo, llegamos a la sesión de fotos como lo había imaginado todo fue más risa, mis damas están locas y nos reímos a morir por las fotos que hicimos, al igual mi esposo la paso súper bien con sus amigos, se nos alargó un poco la sesión pero lo bueno fue que al llegar al salón ya estaba la mayoría de la gente, antes de entrar se acercó mi ahora gran amiga Miriam a la que conocí por esta página para felicitarme, me dio mucho gusto saber que sí estuvo conmigo acompañándome ese día, el D.J. se acercó para decirnos que nos preparáramos para la entrada, al entrar nos recibieron todos de pie y con muchos aplausos, ver a las personas que estaban con nosotros festejando nuestro amor fue increíble, llegamos a nuestra mesa principal y los invitados se acercaron a felicitarnos, después decidimos ir mesa por mesa no estaba programado pero en el momento sentí la necesidad de agradecerles su presencia, fue un gran acierto ya que los invitados agradecen sentirse acogidos por la pareja, nos tomamos muchas fotos, anunciando que seguía la cena los meseros hicieron su entrada con su típico show donde bailaron; yo ya moría de hambre al igual que mi esposo, así que nos comimos todo lo que nos sirvieron, sin duda la cena estuvo deliciosa, terminado la cena, mi esposo me pido que fuéramos a ver la mesa de recepción la que yo puse, le encantó el resultado, ahí estaba la foto de su papá con la frase, “Jamás te recuerdo porqué nunca te olvido” un día antes me quebré la cabeza pensando la frase y ese día como de la nada me surgió de la cabeza y sé que le gustaría porqué mi esposo es Fan de Enrique Bunbury y no me equivoqué la frase le encantó, me dio las gracias por el detalle yo quedé súper contenta con el resultado de la mesa, ya después nos anuncia el D.J. que fuéramos a la pista ya que seguía nuestro primer vals, la canción elegida fue Mi vida sin ti de Jesús Adrián Romero, mi esposo la escogió, sin duda fue un momento inolvidable todo queda a un lado cuándo estas con la persona que amas, en ese momento recordé tantas cosas que nos hicieron llegar a ese momento, sientes que absolutamente todo valió la pena, llorar, gritar, salir mal con el de las flores, etc., por vivir ese momento tan único y tan especial el esfuerzo de ambos se inmortaliza en ese momento, mi esposo estaba llorando y yo le decía no llores amor debes estar feliz porque el estar aquí ahorita es lo mejor que nos está pasando, él sólo contesto estoy llorando de felicidad porque ya no me puedo imaginar mi vida sin ti, yo estaba feliz, mi sonrisa lo decía todo, después llegó el momento del vals con los papás, sabía que ese sería el momento de mi pata de palo, mi papá, al ver a mi papá acercarse fue imposible no aguantar las lágrimas al bailar me dijo que siempre seria su niña y yo le dije que el siempre seria mi primer amor, ambos lloramos yo no quería separarme de mi papá anunciaron que seguían los papás del novio y yo no quería soltar a mi papá inevitablemente se fue y quedó un vació en mi corazón, ambos seguimos bailando con los padrinos, familiares y amigos que se acercaron hasta que fue tiempo de volver a unirnos terminamos el vals y a continuación seguimos con la víbora de la mar, empezamos primero con la de las mujeres, se les repartieron los velitos y me sorprendió ver que si se hizo bastante grande la víbora, no hubo lesionadas y no fue tan extrema ya que en ningún momento intentaron tirarme, después de terminar con la víbora avente el ramo y se lo ganó una sobrina de mi esposo menor de edad, querían que se repitiera pero ya no fue posible ella ya estaba muy contenta de que le había tocado el ramo como para quitarle la ilusión.

Ahora si venia lo bueno, la víbora de la mar de los hombres, esa si me daba miedo yo decía nos van a tumbar porque los amigos, primos y hasta mis hermanos son un poco rudos, claro son hombres, se repartieron los mandiles y todos se veían geniales dio comienzo la víbora ahí si hubo caídas, nos aventaron unas cuantas veces pero afortunadamente los novios no tocamos suelo, siguió el turno de la liga pero antes de quitármela el D.J pidió que bailara así fue como se aventó su baile sexy, todo sonrojado sacó la liga y se dispuso a aventarla, afortunadamente le cayó a su hermano digo afortunadamente porqué estaría bien que ya se casara, así tendríamos otra boda, después llegó el famoso mandilón, mi novio, no quería bailarlo pero lástima no tuvo de otra, un amigo hasta le llevo al niño y mi cuñada amablemente le dio la pañalera, todo una risa, inevitablemente llegó el momento del muertito mi novio si quería así que con todo el dolor de mi corazón no me quise ver amargada y dejé que lo cargaran, hubo dos o tres veces que pensé que se les iba a caer o pagarse en el techo pero no fue así hasta con decirle que le querían quitar los calzones pero ahí si no los dejé, amablemente recogí su ropa pero cuando fue el momento de vestirlo me escapé, sólo le avente su ropa para que él se cambiara, me decían que lo tenía que vestir pero sinceramente yo ya estaba en otra cosa, por último fue la partida del pastel no me animé aventar a mi esposo, después siguió el brindis todos brindaron con nosotros y mi esposo y yo hasta el fondo con la copa, ya después dio comienzo el bailongo el D.J. Empezó a poner ambiente para que los invitados bailaran, ya más tarde se repartieron las guitarras, antifaz, pelucas, pulsera etc., para la batucada los invitados estaban bailando y disfrutando de lo lindo.

Se abrió la mesa de dulces para los invitados todos corrieron sólo sé que cuando mi esposo y yo nos acercamos ya no había nada, también se abrió la fuente de chocolate y lo mismo no alcanzamos nada, ya a las 12 a.m. dio comienzo la banda y nos paramos a bailar al igual que los invitados, todos se veían contento disfrutando de la música.

Finalizamos con la entrada del mariachi, mi amor y yo le vamos a las Chivas así que el mariachi entró con la canción de Guadalajara, mi novio estaba más que emocionado y yo todavía más feliz bailando con la música de mariachi, el ambiente fue genial, mis invitados estaban disfrutando mucho junto con nosotros, bailamos muy poco pero lo poco que bailamos lo disfrutamos mucho, ya casi al final repartí las pantuflas, se me olvidó por completo hasta que mi mamá me dijo, la recepción se acabó a las 2:00 a.m. y así fue como mi finalizó nuestro gran día, el tiempo se pasa muy rápido así que disfruten mucho, opten por dejar que todo fluya y no se estresen por nada es el mejor consejo que puedo darles, porque si me pasaron muchas cosas.