La boda de Juan Carlos y Claudia en Puerto Vallarta, Jalisco
En la playa Primavera Azul 6 profesionales
J&C
25 Abr, 2015La crónica de nuestra boda
Nunca creí que el gran día en mi vida fuese a llegar. Por 5 meses planeamos cada detalle para que todo fuese impecable y hoy a 33 días de casada puedo decir que no todo salió como yo lo esperaba, sin embargo, cada minuto, cada detalle, cada experiencia y cada persona las disfrute al máximo y hoy puedo decir que el 25 de abril de 2015 ha sido uno de los mejores y más felices días de mi vida.
Por fin el 25 de abril había llegado, mi corazón palpitaba desde las 4:3O de la mañana. Y es que por más que había leído y me habían recomendado descansar como princesa para estar radiante en mi día, mis ojos se abrieron después de haber descansado tan solo 3 horas. Sabía que debía dormir un poco más, pero mi cabeza estaba dando y dando vueltas con todos los pendientes que aun tenia por hacer. Así que decidí llamar a mi amiga Paty a las 5:45 am, para recordarle que tenía que darle el vestido de las damas. Por supuesta ella estaba dormida, me ha de ver tachado como loca cuando le dije que saliera a las 7:00 de la mañana a la playa para darle el vestido de su hija.
Seguir leyendo »Durante el desayuno el tema era los pendientes que aun teníamos por hacer, entre los cuales estaba confirmar la hora y el lugar con el fotógrafo, liquidar a los proveedores, el brindis con la novia, las fotos que yo quería escribiendo los votos entre otros miles. Mi cabeza estaba vuelta loca, aunado a que aún no habían comprado las flores para hacer el ramo, aún faltaba empacar y organizar los recuerdos y centro de mesa, no sabía cómo me iban peinar y maquillar y que mi cara estaba hecha un desastre por no haber descansado lo suficiente en los últimos 3 días. Así fue como finalmente a las 9 am, decidí dejar a un lado los pendientes, claro había dejado a mi hermana y mi prometido a cargo, despedirme de mi prometido con unos besos, ya que la próxima vez que lo viera iba ser en el altar y enfocarme solamente en mí.
Mi plan era, bañarme, ponerme una mascarilla de yogurth y miel , rehabilitar mi cara con un poco de hielo y descansar en lo que llegaba mi proveedor de peinado y maquillaje. Mi sorpresa fue que llegue a mi habitación y aun no la habían limpiado, en lo que me depilaba llego la chica de la limpieza y Grace, la muchacha que me iba a maquillar y mis ojos aún estaban como de sapo. Así como también llego mi hermana anunciando que se iba a la florería a comprar las flores del ramo porque mi mama había traído un arreglo florar, en vez de la flores para mis ramo, el cual lo iba hacer mi abuela
Al ver mi desesperación Grace me recostó y me coloco una toalla con hielo, según su recomendación me iba bajar un poco la hinchazón de mi cara y las ojeras. El mejor consejo para estar radiante me hizo llegar tarde a mi boda. Ya que decidimos que debía comenzar con mi sobrina, y tardo miles de horas con ella, eso sí quedo lindísima la chiquita.
A las 11:45 empezó mi proceso de transformación, como había comentado antes no tenía idea de cómo peinarme, ni maquillarme, ya que mi cabello es corto y escaso y mis facciones son un poco marcadas. Había hecho pruebas y había quedado como la bruja del 71, con unos labios y ojos como de sapo y 3 cabellos parados. Grace fue muy paciente, pero eso nos costó que no pudiese hacer el brindis con mis mejores amigas. A la 1:15, aún estaba a la mitad de mi maquillaje. Así que después de que llegaron mis madrinas, decidí pedirles que se fueran para no desesperarme.
Era la 1:45 y yo apenas acababa de pararme de la silla, en la cual me sustituyo mi mamá ya que no estaba aún lista para mi ceremonia que debía comenzar 15 minutos. Así es la misa estaba programada para las 2:00 pm. Por asares del destino, más bien por arte de Dios 2 amigas Paulina y Christian fueron a mi cuarto, ya que todos los demás incluyendo mi hermana y mi abuela habían partido a la iglesia. Así que ella se convirtieron en mis hadas madrinas y me ayudaron con los últimos detalles. Aún recuerdo como entre las 2 me ayudaron a ponerme mi ropa interior azul, acomodaron mi vestido a la perfección, como me aseguraron el botón de mis accesorios, cortaron las etiquetas de mi falda y ayudaron a colocarme mi velo.
Y en ese momento a las 2 me vi en el espejo, la imagen que vi era tan perfecta y divina era yo vestida de novia. Todos los inconvenientes que había pasado toda la mañana se desvanecieron, vi a mi mamá y el ver su cara, la de mis amigas y la mía, me hicieron rodar una lágrima en mi mejilla.
Salí de mi habitación a las 2:05 y la primera persona que vi fue a la señora que me ayudo a limpiar mi cuarto. Sus ojos se voltearon hacia mí y en su cara había una sonrisa, una sonrisa de felicidad, de alegría y llena de bendiciones que estaba dirigida hacia mí, y en ese momento me di cuenta que era mi día. El día con que toda mujer sueña, el día en que unía mi vida a mi príncipe e iniciaba una nueva familia.
En la recepción del hotel estaba mi wedding planner, las recepcionistas, y mi padre con una sonrisa en los labios y a su vez preocupación de que estábamos atrasados en la misa. Al llegar a la iglesia me recibió mi suegro, muy amablemente me abrió la puerta del auto y me ayudo a subir las escaleras de la parroquia del refugio. Y vi como cada uno de los invitados se iba metiendo con una sonrisa en los labios para acomodarse en los asientos de la iglesia. Recuerdo como cada uno de los ojos de mis 40 invitados se voltearon hacia mí. No podía creer lo que estaba presenciando, yo caminando por el pasillo principal de la iglesia para unir mi vida con el hombre que yo amo. A unos cuantos pasos estaba Juan Carlos. Llegamos al altar y mi esposo se volteó hacia mí, quería besarlo y abrazarlo, pero tan solo pude mirarlo a los ojos y preguntarle cómo me veía. El me respondió hermosa, con una sonrisa en los labios y su mirada pura y transparente.
Al final de la misa, fue un momento muy emotivo entre abrazos, fotos y burbujas, se creó una atmosfera perfecta que ni el sol de 35 grados podía quitar. Justo después nos estaba esperando Julio, nuestro proveedor de fotos para ir a nuestra sesión, a la playa de Conchas Chinas. Después de refrescarme a las 6:05 pm, iba camino a una de las mejores 5 horas de mi vida. He de confesar que Juan Carlos y yo estábamos un poco nerviosos porque no sabíamos cómo íbamos a entretener a nuestros 40 invitados por tanto tiempo. Teníamos una agenda preestablecido mas no sabíamos si iba funcionar.
Al llegar, quede impactada y sorprendida por la decoración, todo era perfecto. Nuestro tema fue un viaje alrededor del mundo. Así que al entrar nuestra mesa tenía un globo terráqueo para que nuestros invitados firmaran y pusieran su felicitación, una maleta con cosas esenciales, los centros de mesa era una postal con algún país que nosotros habíamos visitado, el pastel una maleta de viaje, y las de mesas de bar tenían un globo terráqueo. A los 15 minutos hicimos nuestra presentación y primer baile, el cual fue Ararinha de Carlos Brown, una canción en portugués, ya que mi novio y yo nos conocimos en Brasil y amamos ese país. Después del primer baile, Juan y yo tomamos el micrófono y dimos las gracias, no pude evitar que se me salieran unas lágrimas, ya que sabía que cada una de las personas que estaban ahí, habían hecho un sacrificio, ya sea monetario, familiar, o de trabajo para estar con nosotros, y eso significa mucho para mí.
Inmediatamente, comenzamos al show de talentos, en el cual participaron mi sobrina, con una espléndida coreografía, Juan y yo bailamos una canción de salsa, el amor más bonito que tengo, su papa nos cantó y toco una hermosa canción, la cual bailamos. Y finalmente mi esposo y su mejor amigo cantaron la de Entre mi vida, la tarde era perfecta, no hacía calor ni viento. El sol estaba sonriendo para nosotros, me sentía super bendecida así que no pudimos desperdiciar el momento para tomarnos unas foto en el atardecer con todos nuestros invitados. Esto lo hicimos después de disfrutar la cena, y quiero decir que fue mi segunda comida del día, ya que con tanto ajetreo no me acordaba ni de comer.
Posteriormente dimos el brindis, fue muy emotivo porque lo dieron las personas más cercanas a nosotros, mi mama, mi papa, los padres de Juan, mi hermana y nuestros mejores amigos. Seguido por el ritual del ramo, la víbora y la liga. Cuando Juan me quito la liga, me quede con mi vestido corto. Fue muy chistoso porque simulamos que me estaba desvistiendo. Abrimos pista y parecía que estábamos todos contenidos, ya que todos los invitados se pararon en la pista de 3x3 que habíamos contratado. Para cerrar partimos el pastel y después llego el mariachi, el cual nos llevó a bailar a la playa, ya que teníamos que desocupar el lugar para que desmontaran.
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