La boda de Juan Antonio y Ángeles en Mazatlán, Sinaloa

La crónica de nuestra boda

¡Hola! Como muchas de ustedes, me tocó aplazar mi boda. Les juro que fueron los meses más largos de mi vida. Todas sabemos la emoción que da cuando se acerca el día y, a solo 10 días de mi soñado evento, me tocó posponer todo. Me casé por el civil, como ya lo habíamos planeado, solamente con nuestros testigos y, después de la espera, pude realizar mi boda religiosa y la celebración el día 13 de noviembre 2020. Ante la preocupación latente del número de invitados que llegarían, y con el estrés de que todo salga como se planeó, definitivamente mi boda superó nuestras expectativas. Realizamos nuestro evento en un pequeño jardincito de nuestra ciudad, siempre buscamos algo lindo que se adaptará a nuestro presupuesto. Desde que me comprometí sabía cómo quería que fuera todo: sencillo y elegante.

Mi hermoso vestido fue justamente como me lo imaginé, y aunque debo confesar que tuve que hacerle unos pequeños ajustes, pues mi peso no era el mismo que cuando me hice mi prueba final. El gran día no me sentí para nada nerviosa, al contrario, me sentía feliz de vivir ese momento junto con la persona que amo. Les comparto que mi esposo y yo nos conocimos hace más de 10 años, cada uno tenía su vida y éramos parte del mismo grupo de amigos. Hace dos años algo cambio, nos vimos diferente y comenzamos a salir, 6 meses después nos comprometimos, y hoy aquí estamos felizmente casados.