La boda de José Luis y Yadira en Cuernavaca, Morelos

Hubo un poco de tráfico y al llegar a la iglesia fue emocionante ver a mi novio esperándome y notar lo guapo que se veía con su traje. No podría describir la ceremonia que por cierto comenzó un poco tarde gracias a que ese día todos encontraron tráfico al trasladarse a la iglesia. Cuando al fin comenzó, la alegría no me cabía en el pecho sentía que explotaría, él me miro y me di cuenta que estábamos viviendo el mejor día de nuestras vidas. Encontrarme con él en el altar se sintió una paz que nunca sentí antes. El sacerdote que ofició la ceremonia nos dejó maravillados, nunca olvidaremos lo hermoso que fue la misa gracias a él, que de verdad puedo decir que fue lo mejor, tal como lo imaginamos, y claro no pudimos aguantar la emoción y llorar mientras decíamos el "Sí, acepto".

Al llegar al jardín donde celebraríamos, sonó una canción y notamos la emoción de todos nuestros invitados. El jardín realmente hermoso y muy iluminado, una fuente hermosa y debo resaltar que nuestra mesa principal era realmente bella, Nuestro menú, crema de brócoli, un rico lomo al tamarindo y pollo en salsa de tres quesos y una deliciosa pasta mediterránea, además de unas esferas de plátano riquísimas. El menú realmente delicioso, saboreamos cada bocado.

Más tarde nuestro vals comenzaba, hicimos una hermosa entrada, debo admitir que estábamos muy nerviosos, escuchamos sonar la canción que nos enamoró aún más. Las palabras se quedan cortas para describir la alegría que nos invadía. Podía mirar sus ojos y darme cuenta el inmenso amor que nos tenemos y nos profesamos. La fiesta estuvo muy bella y llena de emociones, sentimos el amor de nuestros invitados al darnos el abrazo. Después bailamos la tradicional víbora de la mar, que jamás creí que la adrenalina que se puede llegar a sentir, fue muy emocionante. A la hora de tirar el ramo, (siempre había estado del otro lado, como soltera y diferente la sensación), es fascinante estar del otro lado. La hora de la liga, que pude notar lo nervioso que estaba mi esposo, y sin lugar a dudas, fue muy breve.

Disfruté cada segundo de mi gran día, desde prepararme hasta la gran fiesta de celebración. Ambos sentimos gran emoción al recordar y ver nuestras fotos, junto a nuestras familias que sabemos disfrutaron al igual que nosotros.