La boda de Jehú y Erika en Cuautlancingo, Puebla

Toqué el timbre y sentí que el corazón se me salia del pecho, como el primer beso, o la primera vez que tomé su mano. Y ahí estaba ella, radiante como la estrella más brillante en el firmamento, la persona más especial en mi vida, mi compañera, mi mejor amiga, mi confidente, mi prometida y futura esposa, la mujer más hermosa y bella en todos los sentidos, su nombre Érika, y la razón por la que estoy escribiendo esta reseña.

Llegamos temprano al registro civil y en cuestión de minutos ya estábamos frente a la jueza. Todo parecía ir a cámara lenta, disfrutaba cada gesto suyo, y lo grababa para siempre en mi corazón, pues no quería olvidar ni un solo segundo de ese momento. Y es que el lugar era realmente bonito, una casona antigua remodelada para realizar matrimonios. Intercambiamos nuestras sortijas y firmamos nuestra acta de matrimonio, ante la Ley ya eramos una nueva familia y nuevo matrimonio. Aplausos y sonrisas, también lagrimas de felicidad se dejaron ver entre nuestras familias y nuestros amigos más cercanos.

Tuvimos una sesión de fotos hermosa ese día en los jardines del lugar, no podía dejar de ver a mi ahora esposa, sus ojos no podían ocultar tanta alegría y felicidad. Ese día terminó con una comida familiar muy agradable. Mas aún nos faltaba el gran día, el día de la recepción, del banquete, el día en el que nos presentaríamos como matrimonio a toda nuestra familia y amigos.

Como les comenté, nuestro salón fue el salón Jardín Acrofest... llegar hasta él no fue fácil, estuvimos buscando muchos lugares, como quizá algunos de ustedes lo estén haciendo en este momento, y es que uno como novio quiere que ese lugar sea perfecto para su novia, pues en la mayoría de los casos es una ilusión que desde niñas van alimentando en su corazón, desde como será el vestido, como será el lugar, las mesas, la decoración, el vals... y tantos y tantos detalles que yo deseaba hacer realidad.

Fuimos a varios lugares en Cholula, pues es lo que más suele buscarse aquí en Puebla, y ese estilo vintage que tan de moda esta últimamente, y honestamente que tan hermoso se ve. Y a veces honestamente, aunque un lugar se caiga de hermoso, no estaba dentro del presupuesto, quien fuera millonario para que eso no fuera impedimento, pero no todos lo tenemos todo, así que las opciones se iban reduciendo... hasta que una tarde vagando preocupado en FB me apareció el Salón Jardín Acrofest. Las fotos se veían hermosas, y la calidad de todo el equipo me hizo pensar inmediatamente en esos precios que se salían por completo del presupuesto, pero pensé: ‘que pierdo por llamar’, y saben, no me arrepiento de esa llamada.

Desde que me contestó la señorita Ana, la atención fue excelente, así que nos decidimos a ir a visitarlos en persona.

- El lugar es hermoso - pensé de inmediato, es justo como lo que estábamos buscando, y el precio no fue un problema, pues se ajustaba perfectamente a lo que teníamos, era como un sueño, lo tenía todo, todo lo que los demás salones tenían, y a menos de la mitad del precio. Habíamos encontrado nuestro salón.

La mantelería fue morada con beige, mesas iluminadas y otras con mantel, unos árboles como centros de mesas, y otras con yardas de cristal, flores naturales bellísimas, y la mesa de los novios.. ¡ah! la mesa de los novios era bellísima, de cristal iluminado, con un centro de flores divino, y la comida deliciosa.

Ese domingo me paré temprano, me arreglé relativamente rápido, mi cuñado nos hizo el favor de ser nuestro chofer, en una Tiguan VW Plata adornada para la ocasión. Llegamos por mi esposa, quien estaba en la casa de su mamá. Cando llegue y la vi... no podía creerlo se veía hermosa con su vestido, el cual no me dejaron ver hasta ese día, así que ni si quiera en mi imaginación puede visualizar algo tan hermoso. Me sentí el hombre mas afortunado del mundo por estar ahí en ese preciso instante. Su sonrisa lo decía todo, su ojos brillaban como dos radiantes soles, ella ella era sumamente feliz.

Nos dirijimos a un lugar hermoso para nuestra sesión de fotos, de la cual estuvo a cargo mi prima-tía Sarai, y mi primo-tío Ebed, quienes en verdad son unos profesionales tomando fotografías, gracias a ellos tenemos los recuerdos mas hermosos de ese día. Fue una sesión sumamente divertida. Terminada la sesión era el momento de ir al salón, la sesión nos había relajado, pero los nervios volvieron cuando íbamos en camino.

En los planes estaba llegar un poco antes que los invitados, para poder tomarnos fotos en el salón con nuestros hermanos y padres, y así fue. Después nos quedamos a esperar en un lugar especial para ello en el salón a que nuestros invitados llegaran y disfrutaran de la barra de bienvenida, y estuvieran en sus lugares para recibir a los novios ya esposos.

Fueron quizá los 35 minutos mas largos de mi vida, veíamos por la ventana como todos los invitados iban llegando, estábamos muy nerviosos, tanto que decidimos ensayar una ultima vez nuestro vals a toda velocidad para no olvidar los pasos. Entonces, el personal del salón nos dio la luz verde. La entrada al salón era cruzando el jardín por el cual se había trazado una vereda con flores y antorchas, mientras caminábamos al salón y veía a mi esposa, me decía a mi mismo lo afortunado que había sido de conocerla. Nos recibieron con aplausos y gritos mientras sonaba de fondo "The rest of my life" de Bruno Mars. Nuestro maestro de ceremonia se encargó de hacer muy ameno todo el evento. No pudo ser mejor aquel día.

Después de unas muy, pero muy conmovedoras palabras dirigidas a nosotros por parte de mi papá, sirvieron los alimentos, un banquete digno de esa palabra. La comida estuvo deliciosa, aunque por los nervios (nos tenia muy nervioso el vals) no comimos mucho. Durante la comida se proyecto en las pantallas del salón el video de cómo fue la pedida de matrimonio, además de una semblanza de fotografiás, que fue un presente del salón.

Y llego el momento del vals, solo podía ver los hermosos ojos de mi esposa, y curiosamente me sentí muy tranquilo, aunque ella dice que estaba temblando, nuestra canción fue "Hasta mi Final" de Il Volo, fue el momento más feliz de mi vida, bailando nuestro vals presentándonos ante todos como una nueva familia. No pude evitar soltar lágrimas de alegría mientras nos abrazábamos terminando la canción.

Todo el evento siguió viento en popa, llegaba la hora de que todos nos acompañaran en el baile. Durante el mismo hubo una pausa para partir y comer el pastel, así como para que nuestros invitados se acercaran a tomarse la foto del recuerdo con nosotros. El evento terminó con una pieza especial llamada "An Irish Party In Third Class (Titanic)" todos bailamos, en verdad se creó un ambiente lleno de felicidad y paz.

Creo que si quisiera describir con lujo de detalle esas 24 horas me llevaría toda una vida, ya que he atesorado cada segundo en mi mente y corazón.Gracias a todos los que hicieron posible ese hermoso día. Gracias al equipo de Acrofest que llevó a la realidad nuestro más grande sueño.

No me queda más que expresar el profundo amor que siento por mi esposa, ¡te amo Erika! eres el amor de vida por toda la eternidad.