La boda de Javier y Elizabeth en Temixco, Morelos
Vintage Otoño Rosa 3 profesionales
J&E
07 Nov, 2015La crónica de nuestra boda
Crónica de una boda largamente anunciada
Desperté por la mañana y al abrir los ojos lo primero que vi fue la funda de mi vestido Rosa Clará colgando del armario, mis zapatos y mi tocado se encontraban en un buró. Suspiré e inmediatamente sonreí porque ese día por fin y luego de un noviazgo de 14 años me casaba con el chico más noble y sincero que había conocido jamás: mi novio Javier.
Hola chicas, soy Elizabeth y Javier y yo nos casamos el 7 de Noviembre de este año.Nos divertimos mucho en la boda, yo la disfruté al 100% y no hay nada que me enorgullezca más que los comentarios de nuestros invitados diciendo que se divirtieron mucho y que nunca habían visto a una novia tan feliz y en general a una pareja tan enamorada y original como nosotros.
Comenzaré por decirles que Javier y yo llevábamos de novios ¡14 años! En nuestro décimo aniversario decidimos casarnos pero por diferentes circunstancias tuvimos que cancelar nuestra boda. Aunque en su momento fue triste eso nos permitió concentrarnos en crecer profesionalmente, hacernos de un patrimonio y finalmente organizar la boda que siempre quisimos.
Seguir leyendo »Como la familia de él es grande y tenemos muchos amigos, desde un principio presupuestamos de 250 a 300 invitados. Compramos un pizarrón grande y ahí anotábamos todo lo relativo a la boda. La organización se convirtió en nuestro proyecto después del trabajo y me enorgullece decir que todo salió muy bien en gran medida a que comenzamos a prepararnos con 13 meses de anticipación.
Ambos somos ingenieros y debo confesar que el estar acostumbrados a trabajar bajo presión nos ayudó mucho a ser realistas en cuestiones de presupuesto, lidiar con algún proveedor poco profesional y hasta aceptar que hay cosas que escapan de nuestro control pero debíamos seguir adelante con la mejor actitud.
Cuando comenzamos a buscar el lugar para celebrar la boda decidimos que queríamos contratar un lugar en donde nuestros invitados se sintieran cómodos, y que el banquete estuviera sabroso y bien servido, por eso después de visitar lugares, ver opiniones de otros novios y demás, decidimos celebrar nuestra boda en Quinta Pavorreal del Rincón. Karen y Jaime son muy atentos y siempre se preocupan por los detalles, nos dieron ideas para la decoración, el montaje, etc. y el día de la boda estuvieron muy al pendiente de que todo saliera bien al igual que su chef Juan, quien se encargó de guiarnos en la elección del menú y logró que todos nuestros invitados estuvieran contentos con el banquete, tanto por lo sabroso que estuvo como por las porciones (nadie se quedó con hambre). Debido a eso pudimos disfrutar nuestra boda y solo preocuparnos por que nuestros invitados se divirtieran igual que nosotros.
Mi vestido de novia fue un Rosa Clará color crudo y el de las ceremonias civil y de Las Vegas (¡porque también nos casamos allá!) fue un CBGB Max Azria blanco. Los ajuares los completé con un tocado tipo birdcage y otro tipo guirnalda para la ceremonia religiosa. Ambos comprados por internet.
Mi novio y yo queríamos personalizar nuestra boda y economizar al mismo tiempo por lo que los detalles que les obsequiamos a nuestros invitados los hicimos nosotros mismos o con ayuda externa. CD´s con la banda sonora de nuestra boda, botellas con tequila de Jalisco que unos amigos nos obsequiaron especialmente para ese día, rosas de papel hechas por mí que adornaban pequeñas cajas de joyería y que contenían pulseras de Swarovsky confeccionadas por las tías de mi novio para las invitadas, un bar de palomitas creado por mis papás y mi hermana fueron los detalles que le pusieron nuestro toque al evento. El resultado fue increíble, pero más lindo fue sentir el amor de nuestros amigos y familiares y los dispuestos que estuvieron a ayudarnos. Para mi llegada a la iglesia decidí usar mi propio VW sedán clásico porque es muy lindo y le tengo mucho cariño. Mis muñecos de pastel fueron unas réplicas de nosotros y nuestros gatos que mandé a hacer a California por internet. Eso del comercio digital a mí me funcionó en el 90% de los casos así que yo lo recomiendo.
Nuestra boda no estuvo exenta de tropiezos, una dama quemó mi velo, mi suegra y mi hermano hicieron drama una noche antes, mi papá se cayó un día antes y se luxó un pie, una de mis damas renunció sin avisarme sólo porque no le gustó el vestido, etc. Pero meses atrás, durante los preparativos, mi novio y yo nos hicimos una promesa, no importaba lo que pasara, así el mundo colapsara ese día, lo único importante era que los dos estuviéramos ahí, uno junto al otro, disfrutando y sintiéndonos profundamente agradecidos de habernos encontrado y comenzar un camino juntos. Así que decidí honrar nuestra promesa y cuando supe lo de mi velo quemado sólo me concentré en resolver el problema. Mi hermana y su mejor amiga me ayudaron a solucionarlo y la buena vibra de ambas fue lo que me ayudó a seguir enfocada y sin nervios.
Otro factor de nervios fue nuestro primer baile. Decidimos contratar a una coreógrafa y juntamos dos de nuestras canciones favoritas para bailarlas. ¡Nos quedó perfecto! Nadie lo sabía así que fue una linda sorpresa para nuestros invitados cuando comenzamos a bailarles y que presenciaran algo que pocas veces se ve en una boda.
El resto de la noche yo no paré de bailar y animar a otros a que lo hicieran, me sentía muy contenta y eso se nota en las fotos. Al final terminé exhausta, pero feliz y pienso que eso es lo más importante chicas, no importa si tu boda tiene un gran presupuesto o no, si las cosas no salen exactamente como las planeaste, u olvidaste algunos detalles, cuando acabe la noche hay algo que ninguno de los invitados y sobre todo tú y tu esposo podrán olvidar: lo felices y enamorados que estaban y lo mucho que disfrutaron. Porque al final, ¡todo lo que necesitas es amor!
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