La boda de Gerardo y Cristina en Guadalajara, Jalisco
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G&C
25 Ene, 2020La crónica de nuestra boda
Nuestro día inició con algunos detalles mínimos que nos hacían falta, pero todo tranquilo para prepararnos para el gran momento de nuestras vidas.
Hasta aproximadamente medio día todo iba excelente, relajado y claro, un poco de nervios y ansiedad ya que la ceremonia religiosa sería a las 3:00 pm. Y digo hasta ese momento porque de ahí en adelante surgieron 2 grandísimos inconvenientes.
El primero: la maquillista y la persona que nos peinarían tanto a mi como a mi mamá quedaron de llegar a mi casa a las 12:30 horas para quedar listas a las 2:00 pm; pero justo antes de la hora acordada recibí un mensaje de su parte comentándome que iban atrasadas y que llegarían a la 1:00 pm... a partir de ese momento me invadieron unos nervios horribles porque tendríamos el tiempo encima.
Se hizo la 1 p.m. y no llegaban... ahora me mandaron otro mensaje que llegarían a la 1:30 pm. Llegó dicha hora y nada que aparecían... llegaron hasta 1:50 pm, siendo que yo tenía que irme al templo a las 2:15 pm... imaginen como me sentía, más aparte el inmenso coraje y preocupación de mis padres. Afortunadamente lograron terminar a tiempo y super bien hecho su trabajo, tanto en mí como en mi mamá en tan poquito tiempo... Ahora solo quedaba pedirle al chofer del carro de novios que se fuera volando a la iglesia y de igual manera logramos llegar puntualmente a las 3:00 pm.
Seguir leyendo »El segundo gran detalle fue que mientras me maquillaban recibí la llamada del sacerdote que nos casaría comentándome (muy molesto) que por qué no habíamos llevado el documento que necesitaba para proceder con nuestro matrimonio... ¿Qué? ¡Por supuesto que le entregamos todo lo requerido en tiempo y forma! Enseguida llamé a mi ahora esposo para que en cuanto llegara a la iglesia revisara todo esto con el padre. Después de casi una hora, todo se solucionó, encontraron el documento y ahora sí, ¡a casarnos!
El resto, solo fue relajarnos y disfrutar de la recepción lo más que pudimos: cantamos, bailamos, lloramos, nos empapamos con el cariño de todos nuestros seres queridos que al igual que nosotros, disfrutaron muchísimo la fiesta y la alegría de haber unido nuestras vidas.
Ahora, 2 semanas después de nuestra boda, pienso en que por errores de terceras personas casi no nos casamos, pero ya no queda más que reírse y recordar ésta anécdota como solo un momento que nos puso el corazón al 1000%.
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