La boda de Erick y Viviana en Valle de Bravo, Estado México

Finalmente nos reunimos con mi papá y hermanos quienes ya esperaban en la casa para irnos a Valle de Bravo donde sería la boda. A pesar de que Valle está sólo a 45 minutos de distancia el trayecto se me hizo eterno, cuando al fin llegamos al hotel mi hermano me habló por telefono para decirme que si mi futuro esposo le podia prestar unos zapatos por que a él se le habían olvidado, comencé a ponerme un poco nerviosa y finalmente me estresé muchísismo cuando mi novio me habló por teléfono para decirme que el coordinador de boda le había dicho que la Europea no había llevado nuestro pedido y que además decían que NO tenían ningún pedido para ese día, en realidad mi novio quería saber si yo tenía los tickets conmigo para poder reclamar el alcohol.

Recuerdo que me enojé muchísismo y le empecé a decir por el teléfono que lo tenían que arreglar, que no me podían decir eso puesto que ya estaba demasiada estresada, al final le dije que sabía que no era culpa de ninguno de los dos pero que le pidiera al coordinador que lo resolviera.

Salí del cuarto, respiré profundo, traté de mantener la calma y concentrarme nuevamente en nuestra boda. Finalmente mi mamá y hermanas comenzaron a ayudarme a cambiar y ahí mi sueño comenzó de nuevo..... Ya casi lista entraron los fotógrafos y camarógrafos para hacer las primeras tomas y simplemente mi sonrisa era perfecta, nunca tuve que fingirla, ni sonrreir sin querer, sólo salía... es una sensación inexplicable.

Al llegar a la iglesia me enteré de que el padre aún no había llegado lo cual me dio tranquilidad puesto que me imaginaba que la iglesia estaría vacia... cuando el padre llegó no tardé mucho en bajarme para comenzar a caminar al lado de mi orgulloso padre quien se encontraba un poco nervioso, sin embargo al llegar al altar y al entregarme con mi ahora esposo pude ver las caras de todos con los ojos llororsos y a pesar de eso me contuve y mostre siempre una sonrisa en mi rostro. La misa católica que tuvimos fue la mejor a la que he asistido, fue divertida y graciosa, el padre nos hizo reir a todos mucho! cuando finalmente llegamos al rito matrimonial y al pronunciar las palabras de TE ACEPTO a ti... me quedé muda, en realidad estaba a punto de romper en llanto pero me quedé sin aliento, el padre se acercó a mi y me dijo "tómate tu tiempo" mi ahora esposo me dijo" respira profundo " y finalmente pude hablar al sentir la mano de mi papá en mi espalda y al ver la sonrisa de mi tío (padrino de velación) fue ahí entonces cuando terminé la oración. El padre pidió un aplauso y me relajé todavía un poco más después de eso.

Al salir de la iglesia el arroz no pudo faltar ya que para mi es símbolo de prosperidad y abundancia, sin embargo casi salimos corriendo puesto que además de que el arroz dolía ya estabamos retrasados para el estudio fotográfico que dependía mucho de la luz solar, en ese momento todos los invitados (los pocos que fueron a la misa) comenzaron a irse hacia el salón de fiestas. Al llegar al salón de fiestas y ya listos para entrar escuhé al grupo pedirle a la gente que se levantara de su silla y cuando entramos wow!!! una vibra de felicidad nos invadía ya que todos estaban echándonos porras y felicitándonos, en realidad todo lo sentimos de corazón y no tengo palabras para describir la inmensa alegría y lo divertida que fue nuestra boda, el grupo fue perfecto, la comida deliciosa, el decorado estuvo justo como lo habíamos ordenado y ahí entendí que simplemente nuestra boda había sido perfecta y la mejor de todas las bodas a las que habia asistido con anterioridad simplemente porque estaba comenzando una nueva vida con el amor de mi vida.

A pesar de que la boda dura poco y la fiesta se va rapidisimo, sigo creyendo que ese momento dura en nuestros corazones por siempre y será irrepetible e inigualable, será siempre uno de los más importantes de nuestras vidas y vale la pena todo el esfuerzo y dedicación que uno pone en el ya que marca un nuevo comienzo, así que ahora casi un mes depués de ese importante evento seguimos teniendo fé de que con amor, paciencia y tolerancia nosotros seguiremos cultivando nuestra felicidad día a día.