La boda de Dylan y Candelaria en Lagos de Moreno, Jalisco
Rústicas Primavera Rosa 2 profesionales
El 23/03/2019 106 0 0
D&C
23 Mar, 2019
La crónica de nuestra boda
Desde las 6 de la mañana que me desperté por la emoción hasta las 12 de la noche que terminó todo, amé cada segundo de ese 23 de marzo.
Ver a todos mis seres queridos, amigos de la prepa, de la universidad, de la vida, mi familia y ahora la de Dylan que viajaron desde Canadá todos juntos fue una gran bendición que jamás olvidaré.
No paré de sonreír en todo el día, parecía que toda mi vida me había preparado para este día y ahora estoy lista para el siguiente paso.
Disfruté subir las escaleras del templo de la mano de mi papá y a lo lejos ver a mis amigos esperándome todos con una sonrisota y alabando mi vestido que también amé. Estaba hermoso, no me lo quería quitar.
Me sentía muy feliz compartiendo el mejor día de mi vida con el hombre que más amo. Verlo a él esperándome al final del pasillo con su hermoso traje de marinero guapísimo y sonriente.
Mi misa fue en inglés y español lo cual me encantó. Todos sabíamos qué iba pasando. Los peques con sus trajesitos y vestiditos combinados en color durazno con beige y café. Mis madrinas (8) con hermosos vestidos color durazno y los grooms men de mi esposo en color azul con café.
Seguir leyendo »Mis papás entonaban con nuestra felicidad y mi hermano no paraba de decirme cuánto me quería y que estaba orgulloso de mí. Nuestro pastel estaba hermoso y divertido con dos cactus señor y señora. Además había mis favoritos: pan de plátano y pastel de zanahoria.
La comida deliciosa era birria adobada, arroz y frijoles con sus deliciosas salsas. El jardin con hermosas palmas al frente. Había cantaritos para prepararse estilo amatitan, con cítricos y tequila.
El área de los niños con banderitas y cosas de Canadá además del tradicional brincolín. El baile con mi papá fue entonado por Louis Armstrong "what a wonderful world", una de las canciones favoritas de mi padre.
Después hicimos un juego de preguntas muy divertido en que debíamos levantar una zapatilla si la respuesta era yo o un zapato si la respuesta era Dylan.
Las invitaciones las diseñé yo misma y las compartí por messenger. Fue super práctico. Una de mis madrinas me regalo un álbum con portada de madera y que decía Dylan & Candy McGinn. El cual todos firmaron y nos felicitaron dejándonos hermosas palabras.
De principio a fin fue el mejor día de mi vida.
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