La boda de Dinorah y Rene en Cuernavaca, Morelos

Prácticamente toda nuestra familia y amistades viven en la Ciudad de México pero los precios y servicios son demasiado altos o deficientes. Decidimos hacer la boda en la ciudad de Cuernavaca por la chef, su nombre es Gaby Moreno y es maravillosa. Ella sólo da servicio en Cuernavaca y como tenemos varias iglesias que siempre nos han gustado en esa ciudad, decidimos que era mejor opción.

Gaby nos consiguió el jardín donde hacer la fiesta, el cual arregló divinamente y con buen gusto, ella tiene su empresa (Ecocuisine) en la cual también incluye inmobiliario y todo quedó perfecto. No quisimos el clásico formato de mesas ni los 3 tiempos de comida, contratamos salas lounge con sillones y divanes muy cómodos, canapés gourmet, mesas de munchies, carnes frías, 1 plato caliente que funcionó como plato principal que quedó delicioso, tornafiesta con tacos y alambres a la 1 am, clericot tinto y rosado ilimitado, etc. Nuestros invitados quedaron muy contentos y llenos de tanta comida y bebida, pero sobre todo que ésta era exquisita.

El día de la boda nos hicieron sesión de fotos cuando nos cambiábamos de ropa, cuando peinaron y maquillaron a mi esposa, durante la fiesta tuvimos drone, etc., y la fotógrafa maravillosa (Claudia Batanero), en todo momento fue lindísima y muy profesional, ha hecho esto miles de veces y es increíble su trabajo. Los siguientes 2 días fueron de sesiones de fotos para el trash-the-dress que decidimos hacerlo ya y nos divertimos mucho. Para llegar a la ceremonia le contraté un auto clásico a mi esposa, un Ford 36 azul impecable de Autos clásicos Félix, quien debo decir nos dio un servicios de primera, totalmente nos sentimos VIP y no dudaría en volverlo a contratar, estuvo listo desde muy temprano en el hotel donde estaba mi esposa hasta que llegamos a la fiesta.

Nuestro primer baile de esposos fue al ritmo de When You Say Nothing At All, fue difícil escoger una que nos gustara a ambos, pero lo logramos, ¡casi el día de la boda!

En general todo estuvo increíble, al siguiente día como había apartado todas las habitaciones de un hotel pequeño (16 habitaciones), tuvimos un desayuno buffet muy padre y en compañía de nuestros familiares y amigos y ya en la tarde la sesión de fotos de trash-the-dress con la fotógrafa, mi esposa y yo decidimos quedarnos en otro hotel de la familia de la fotógrafa donde sería otra sesión de fotos en una cascada que pasa por la propiedad, así que tuvimos un fin de semana largo y entretenido y aún no es la luna de miel, eso sucederá cuando estemos bien instalados en Guadalajara.