La boda de Carlos y Frida en Coyoacán, Ciudad de México

La crónica de nuestra boda

Carlos y yo nos comprometimos oficialmente el 1 de marzo del 2013, sin embargo la boda estaba siendo planeada desde algunos meses antes; ya que íbamos a mudarnos de ciudad en Agosto, decidimos que la boda sería el día después de nuestro cumpleaños, que por suerte caía en sábado, el 29 de Junio.

Cuando empezamos con los preparativos, comenzamos a ver lo de la iglesia, salones, catering, invitados. Y nos dimos cuenta que en todos los salones te daban 7 horas máximo de evento y por hora extra cobraban una fortuna, tomando en cuenta que nuestras familias disfrutaban mucho las fiestas, 7 horas no serían suficientes. Además de que normalmente la comida en los salones a la hora de la prueba es perfecta, pero el día del evento siempre salía algo mal y tampoco queríamos dar la típica pechuga o el lomo así que decidimos hacer la recepción en casa de un familiar que tiene un jardín muy grande y que nosotros nos encargaríamos de la comida y además sería bufet mexicano. Finalmente llegó el día y el 29 de Junio del 2013 a las 14:30 horas íbamos en camino a la Capilla de San Diego ubicada en el Ex Convento de Churubusco donde Varespi Violines se encargó de amenizar la boda, tocaron nuestros temas favoritos de Cinema Paradiso y nuestras familias estaban entusiasmadas. La misa fue hermosa, gracias también a que el padre que la ofició era muy simpático. Al salir de la iglesia nuestros invitados y nosotros soltamos mariposas blancas en honor a mi abuelo que había fallecido justamente un año antes, fue un momento muy emotivo. Llegamos a la recepción y a pesar de nuestros nervios de que algo no estuviera como lo planeamos, todo estaba perfecto. La mayoría de las cosas fueron hechas por nosotros: las invitaciones, los numeradores, el árbol de huellas, los menús, etc. Los numeradores fueron huacales color chocolate con papel china blanco y verde limón, llenos de dulces típicos mexicanos. Tuvimos centros de mesa y arreglos que colgaban de las carpas y otros en la entrada, velos por todo el lugar, todo lucía increíble. La gente comió y bebió todo lo que quiso, ofrecimos 8 platillos además de las entradas y de beber dimos varios tipos de vodka, ron, whisky, digestivos, tequila y cerveza y finalmente de postre ofrecimos 6 pasteles de distintos sabores, gelatinas individuales y flan napolitano. Sorprendentemente todo se terminó. De recuerdo dimos portaretratos con sus fotos de ese día.