La boda de Alejandro y Maripili en Monterrey, Nuevo León

Al poco rato escuché que Alejandro y mi cuñado llegaban a la casa. Gracias a Dios pudimos captar en fotos y video cundo nos vimos vestidos de novios por primera vez. Recuerdo las mariposas en el estómago, el nudo en la garganta, los ojos llorosos de Alejandro, la bendición de mis papás, el llanto de felicidad de mi mamá. Fue una experiencia irreal.

Después de una padrísima sesión de fotos con nuestras familias y mis amigas más cercanas, llegamos a la iglesia de San Juan Bosco. Curiosamente, fue en esa misma iglesia en donde Alejandro y yo nos conocimos durante una misa en marzo de 2013.

Siempre me habían dicho que en la misa de tu boda ni siquiera te darías cuenta de lo que pasa a tu alrededor por tantas emociones y fue verdad. Recuerdo mis lágrimas y cómo se me quebró la voz cuando dije mis votos. Recuerdo mi felicidad y algunas de las canciones del coro que parecían del Palacio de Bellas Artes. Recuerdo darle gracias a Dios en cada momento sin parar.

Nuestra rececpión fue en Las Pampas. Fue la mejor fiesta de toda mi vida. Nuestra canción y la que usamos para nuestro primer baile fue "Thinking Out Loud" de Ed Sheeran. También bailamos con mis papás y mis suegros las canciones que ellos consideraban suyas desde que fueron novios. Jamás había bailado tanto ni me había divertido tanto en ni una otra boda.

Todo salió perfecto; la música, el baile, el ramo, los amigos, la familia, el ambiente, la comida. Todo fue excelente. Todo el esfuerzo, estrés. dificultades y nervios de la planeación de 11 meses valieron la pena.