La boda de Alejandro y Liliana en Querétaro, Querétaro
Rústicas Verano Amarillo 5 profesionales
A&L
14 Sep, 2019La crónica de nuestra boda
Estuvo increíble, llegamos a Querétaro el viernes, estaba un poco preocupada por el dinero para pagar el hotel ya que mis tarjetas estaban pues casi llenas. Ese día fue disfrutar y descansar. Al día siguiente empezó la locura, llegaron a maquillarme a las 10:30 de la noche del viernes. Estaba súper angustiada porque le habían cancelado 2 pax a la maquillista y si no conseguía esas 2 pax me cobraban a mí, lo cual no se me hacía injusto puesto que yo no mido quien cancela su asistencia a la boda. En cuanto subió la maquillista me empezaron a arreglar todo increíble y me dijeron que habían encontrado ahí mismo en el hotel 2 personas que querían arreglo y sentí un gran alivio de verdad.
Terminaron conmigo y empezaron con mi mamá que aún no estaba vestida. 2 de mis damas apenas venían en camino para arreglarse y una que es la que me iba a vestir. Llegó súper tarde como 2:40 y yo tenía que estar en el coche que un primo me rentó de regalo a las 3, muy hermoso, por cierto.
Mi bebe se estaba arreglando con su papá en otra habitación y corriendo por todo el pasillo. Llegaron ya los chicos de la foto para grabar un poco el previo y super padre, tomaron algunas fotos. De ahí me encaminé a la iglesia en el carro con mi mamá y mi bebé y al llegar estaba terminando una boda.
Seguir leyendo »Yo moría de los nervios, mis piernas me temblaban y necesité fumarme un cigarro que el chofer me dio super amable con todo y pastilla. El padre me confesó en ese momento y era una cara familiar, por cierto, ya que es el que nos dio las pláticas en la CDMX y decidí que él fuera el que nos casara.
A la wedding planner que fue mi compañera y amiga en la universidad le agradezco todo esto, estuvo super organizado. Saliendo nos fuimos al centro, un poco complicado porque pensamos que iba a estar cerrado, pero aun agarramos buen camino y nos tomaron en la calle de las bugambilias y por los callejones.
De ahí nos fuimos a la Hacienda El Marqués que estaba hermosamente arreglada y mientras los invitados estaban en el cóctel, yo me andaba haciendo pipí y mi esposo también y no podíamos bajar del auto hasta que todos estuvieran sentados.
El tiempo se me fue súper rápido al entrar al salón y ver el cuadro de mi papá en mi mesa (QEPD). Me entró una tristeza enorme de que me hubiera gustado que estuviera ahí. Me llevaron al baño a retocarme y ahí empezó la comida. Después el vals con mi marido y mi suegra, luego yo con mi mamá luego, él y yo todos estaban felices y nosotros también. Casi no nos dio tiempo de disfrutar la comida, pero nos encantó que todos estuvieran contentos.
Fue un esfuerzo muy grande que hicimos, tuvimos literal días sin dinero para gastar, hubo un contratiempo con mi bebe, se enfermó y no pudimos pagar los estudios (nos dio mucho coraje que no hayamos tenido ahorrado para ese imprevisto que afortunadamente no pasó a mayores, por eso lo disfrutamos al máximo y ahora pues a seguir trabajando para pagar lo que nos falta).
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