La boda de Alan y Karla en Huejutla de Reyes, Hidalgo

Al poco rato, el padre dijo que ya nos iba a dar la bendicion a ambos novios para poder entrar al recinto oficial, y fue entonces que mi papá abrió la puerta del coche y me ayudó a bajar de él; la noche estaba lluviosa y con tremendo frío, creo que fue de las noches mas frías que había sentido este invierno, aunque tambien creo que se añaden los nervios que sentía y era por eso que temblaba, ya no sabía si del nervios, de emoción o del frio que sentía y me erizaba la piel, pues mi vestido también era corte strapless, pero como siempre lo soñé: así super esponjado, como toda una princesa a punto de convertirse en una hermosa reina.

Todo fue muy bonito, cada una de las cosas que sucedieron, cada detalle, cada momento, las sonrisas, las lágrimas de alegría, todo se queda en mi corazón y en mis mejores recuerdos, y yo creo y afirmo con toda seguridad que cada uno de estos momentos es como una gran botella del mejor vino en edición especial: o sea, única e irrepetible. Y por más momentos que les mencione, yo creo que cada quien vive su dia especial de una forma única, inigualable e irrepetible.

Vivan, disfruten y rían de cada momento especial a lado de la persona amada, porque vida sólo hay una y cada quién marca el inicio y el fin de su propia historia.