La boda de Alan y Cinthia en Casas Grandes, Chihuahua

Cinco de la tarde y los papás de la novia llegaron por ella, con todo y la respectiva mascota Mickey el french poodle que no podía faltar a tan importante celebración. Ya las 5:20 y era hora de salir hacia la cabaña Las Palmas, a unos 20 kilómetros de la casa pero las novias deben de darse a desear.

Y finalmente el arribo, la primera impresión de ver la cabaña con las flores y decoración que ellos habían elegido no podía más que hacer derramar una lágrima de emoción a la novia. Unos minutos más de espera, el novio con la mirada brillante viéndola caminar hacia él, los amigos y familia más cercanos desde temprano, para presenciar la lectura de votos, donde los novios hablaron desde lo más profundo de su corazón y se prometieron estar juntos ante cualquier adversidad, desde ese día y por los años que les quedaran de vida.

Fue el momento de sellar el "sí" con un beso, a la par de los aplausos de los asistentes, luego los abrazos, los parabienes, las felicitaciones, el ambigú, la sesión de fotos y finalmente, la fiesta. La lluvia no impidió en dos ocasiones ni que se partiera el pastel ni que comenzara el baile, al contrario, fue el momento para convivir con y entre los invitados, quienes quedaron más cerca bajo un techo, en espera de continuar la velada.

Y así fue el breve pero romántico y lluvioso comienzo de la historia de Alan David y Cinthia Alejandra.