El salón y sus instalaciones muy bonito, la atención en un principio fue muy buena y por eso decidimos contratarlo, nos comentaron que podíamos aumentar el número de personas hasta 120 adultos una semana antes del evento, y no fue así cuando hicimos la solicitud nos lo negaron, teníamos contratado para 110 adultos. El día del evento, unos minutos antes estaban terminando de montar y nos había comentado que quedaría un día antes. Como suele pasar llegaron las 10 personas demás que queríamos preveer con anticipación, por lo que se les solicitó una mesa extra que nos cobraron por lugar y bajo cubierto. A la hora de servir la comida, los hielos había quedado de ponerlos el salón argumentando que nunca habían vendido el paquete que escogimos (tacos árabes) y el día del evento a la mera hora nos mandó por ellos a conseguirlos y el salón los pagaba. El servicio incluía 1 mesero para cada 20 personas, por lo que teníamos 5 en servicio y no estaban atendiendo a los invitados, los cuáles tuvieron que formarse por la comida y al pedirles que llevarán por favor los platos a las mesas se molestaron. La comida no alcanzó, nos había comentado que era hasta que los invitados estuvieran satisfechos, incluía tacos y cemitas, las cuales nunca dieron, únicamente tacos y faltaron dos mesas y la que se contrato ese día pagando los alimentos, sin embargo el personal del salón estaba en la cocina comiendo del mismo trompo que se contrató (no hubiera habido molestia si la comida hubiese alcanzado, pero aún no terminaban ni de servir), se tuvieron que comprar 5 kilos extras para los demás invitados, además de que a mi fotógrafo que es mi amigo no le quisieron servir argumentando que era el fotógrafo hasta que fui con él a solicitarle. La comida extra de dulces, helados, tornafiesta y demás cosas las estaban ocultando, gracias a mis damas de honor todo bajo control, entre ellas una bolsa de recuerditos la llevaban a la “basura”. Volvieron nuestra boda una pesadilla por unas horas, después no nos dieron la media hora de desalojo y se la cobraron del depósito, así como 5 sillas de a 80 pesos cada una por su uso. Al final el depósito de 1200, pasó a 300 pesos argumentando varios cargos, cuando en el contrato decía que si algún mantel o mobiliario era dañado, cosa que no pasó, aunado a la comida que se tuvo que pagar extra, cuando ya se había pagado el cubierto de cada persona. Lo escogimos al ser una opción económica y con banquete para disfrutar plenamente del evento y terminó siendo más caro y estresante.