Qué tal 😄 Me gusta leer sus debates porque así siento que me doy una idea de cómo van las cosas, veo que en definitiva hay muchas que están aferrándose a su sueño de casarse y están manteniendo sus fechas de este año (yo☝🏻) y otras que por tranquilidad las movieron.
He pasado por todos los estados de ánimo que existen, Esperanza, desilusión, estrés, agotamiento mental, ansiedad, y enojo claro que si.
Trate de cambiar mi fecha para el siguiente año pero nos cobraban las perlas de la Virgen porque aun faltaba tiempo. Entonces decidimos esperar (aun no tenía las invitaciones, por lo tanto tampoco habíamos invitado aún a nadie más que familia y muy cercanos y eso nos quitaba el estrés de tener que avisar que se cambiaba de fecha). Como no pudimos cambiar de fecha hicimos nuestro plan “b” que fue tomar la lista de invitados y recortar hasta que quedara en 100 personas y me sentí aliviada la verdad, porque en la quinta donde será el evento es espacio amplio y abierto y nos dijeron que probablemente para esa fecha nos permitirían solo 100 invitados con todas las medidas. Dejé de aferrarme al sueño inicial de una boda grande y poco a poco mi mentalidad fue cambiando. Por supuesto que cuando no tienes nada más que esperanza de que pasen las cosas ( y nada me refiero a no pláticas Prematrimoniales, no documentos, y no iglesias que estén abiertas dando pláticas) pues vas por la vida a la buena de Dios, sabiendo que solo un milagro va a pasar para que tu boda en tiempos de pandemia se realice. Yo soy muy creyente porque la vida y las circunstancias me han puesto ahí. Así que cuando empecé a decirle “lo que tú decidas yo lo haré” me relajé un buen y deje que todo fluyera. A final de cuentas aún no sabemos si se podrá realizar la boda o no, con cuántos invitados, si será en esa quinta o en otro lugar, no sabemos nada, pero lo que sí se es que todo se nos está acomodando poco a poco. Nos presentaron a un padre que se ofreció a darnos las pláticas prematrimoniales, conseguimos registro civil y ya están todos los trámites, tenemos salud y a nuestra familia completa y sana también así que si dios quiere el 25 de julio nos casamos al civil y el 26 de septiembre nos casamos a la iglesia así como tenga que ser porque la verdad es que la lección más importante que he tenido en medio de esta pandemia es ser flexible, valorar mi vida y a no hacer berrinche por todo. Muchas gracias por su atención
Se ha ocultado el contenido
Para mostrar este contenido, por favor haz clic aquí