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Bodas

6 recursos visuales para el video de la boda, ¿necesarios o innecesarios?

Parejas cinéfilas, ¿sabían que su película de boda puede llevar algunos elementos de su género favorito? Hoy en día, la gama de formatos es muy amplia, pero no todos los recursos audiovisuales aplican por igual ¡y ojo con los más innovadores!

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Jorge & Paola

Cuando piensan en el video de boda, ¿qué imágenes vienen a su mente? Probablemente estarán los momentos clímax de la ceremonia y de la recepción: el intercambio de alianzas, el primer beso, la partida del pastel de boda… Y, por qué no, también el backstage del gran día. Los preparativos, los detalles al abotonar el vestido de novia, el montaje de la ceremonia o de los centros de mesa para boda, las risas en la pista de baile e incluso algunas entrevistas con sus padrinos seguro los emocionarán cada vez que miren el resultado.

¿Y qué hay de los detalles técnicos, narrativos y estéticos? Para que no les parezca que su videógrafo les platica en otro idioma y valoren si los efectos y el equipo de que dispone son necesarios o suficientes para su video, echen un vistazo a estos recursos visuales.

1. Drones

Si su boda será en un lugar superespecial, ¿se imaginan incluir en su video tomas aéreas como las de los reportajes que se muestran en este trabajo de PhotoFLEXAS? En la actualidad, los drones son muy populares, pero ¿se han preguntado por qué no hay drones volando por todos lados y a todas horas? Su operación en el espacio aéreo mexicano está regulada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Originalmente, estos vehículos no tripulados estaban reservados a usos militares. Con el paso del tiempo, las prácticas se diversificaron, pero lo que aparenta ser una inofensiva camarita voladora o juguete de control remoto, es considerado, en términos legales, como un “Sistema de Aeronave Pilotada a Distancia” (RPAS, por sus siglas en inglés).

Los drones pueden emplearse en las bodas bajo condiciones muy especiales, siempre en apego a la normatividad vigente y con las máximas medidas de seguridad. Por eso, el piloto debe tener el certificado de registro emitido por la DGAC, seguro de responsabilidad civil por daños a terceros y, si el dron pesa más de 2 kg, la autorización de operación (licencia) expedida por la misma SCT.

Los reportajes aéreos con drones se realizan en locaciones al aire libre, alejadas de los núcleos urbanos, aglomeraciones, bases militares, aeródromos, helipuertos y zonas restringidas. Su uso debe ser diurno porque los drones no pueden volar de noche, salvo que cuenten con el permiso correspondiente.

Son ideales para filmes con paisajes espectaculares donde los vestidos para fiesta de día no necesitan mayores poses y en bodas destino donde merece la pena poner la locación en contexto. Consideren que solo se emplean para tomas muy específicas, planos generales y vistas aéreas de la locación: no todo el rodaje se hará con drones, sino que se toman momentos clave desde las alturas para inyectar energía al video. Si su boda no reúne estas características o prefieren capturar más detalles que planos abiertos, podrán prescindir de los drones.

2. Entrevistas

Si quieren contar cómo se conocieron, cómo se comprometieron o qué significan el uno para el otro, como hacen Estefanía y Edmundo en este video de Click Eventos, las entrevistas a ambos no pueden faltar. Los testimonios de ustedes mismos o de sus seres queridos suelen incluirse en videos documentales en los que el registro del backstage y el making of tiene un peso importante. Para optimizar tiempo y facilitar la narración del video, será conveniente que las entrevistas sigan un guion, el cual debe prepararse y, si les da más seguridad, ensayarse con anticipación.

No se trata de que memoricen las respuestas y las reciten como papagayos, sino de que ganen soltura frente a la lente y sinteticen las ideas: las entrevistas demasiado largas no se llevan tan bien con los videos de boda.

La producción puede llevar varias sesiones, incluso antes de la boda, según el concepto que tengan en mente. Además, coordinar a los novios, amigos, familiares y hasta algunos miembros del staff a cargo de la logística no siempre es fácil.

En cambio, si escribir, volcar su romanticismo en los textos para invitaciones de boda o hablar en público los incomoda o apenas tienen tiempo para los preparativos, los testimonios grabados no son requisito indispensable.

3. ¿Dos o tres camarógrafos?

Cuando los novios se arreglan para la boda en espacios distintos, como Florencia e Hiram, es conveniente que sea un equipo de al menos dos camarógrafos el que se encargue de la grabación, como se documenta en el videorresumen de En 24 frames. ¿Por qué?

La novia se prepara para iniciar la sesión de maquillaje, el peinado recogido va tomando forma, su mamá le ayuda con los últimos detalles del ajuar y, antes de que lleguen sus damas de honor corriendo y aplaudiendo, observa su anillo de compromiso Tiffany pensando “¿qué estará haciendo mi futuro marido?”

Eso es algo que solo el otro camarógrafo sabe y que seguro grabará para que ambos revivan los momentos previos al enlace, en especial, si se ubican en puntos diferentes. Ya en la fiesta, un videógrafo puede concentrarse en las emociones de los novios y el otro en los invitados. O bien uno puede estar atento a la secuencia de lo que vaya sucediendo y otro, a esos pequeños detalles que no todos estarán observando y que les encantará descubrir después.

Además de la simultaneidad, también puede darse el caso de que utilicen cámaras especializadas y que cada uno domine una técnica; por ejemplo, nada tiene que ver operar una steadycam con una cámara de acción, una cámara en dron, dirigida con grúa o una en 35 mm, si les gustan las texturas vintage.

Si es una boda íntima, con un camarógrafo será bastante. Tal vez dos profesionales son más que suficientes para seguir una celebración de 100 asistentes, pero algunos detalles pueden escapar en un aforo para 300 o más personas. Dependiendo de los instantes que se desean inmortalizar y el formato del video, las bodas grandes llegan a requerir la colaboración de un tercer operador de cámara.

4. Efectos de posproducción

Los efectos de movimiento ralentizado, como los que emplea Lovehunters en este video, añaden intensidad a determinados instantes de la filmación. Y ya que se adentran en el mundo técnico audiovisual, empezarán a entender que algo de posproducción nunca está de más. Tanto si quieren convertir su video de boda en una auténtica pieza cinematográfica como si solo necesitará un poco de edición para contar su historia de manera ordenada, siempre se necesita cierto montaje.

Esto significa que el trabajo del videasta no comienza ni acaba justo el gran día. Antes debe preparar el equipo que necesita de acuerdo con las sesiones que solicita cada pareja. Y a la fiesta también le sigue el toque maestro: la edición.

Ya sea mínima o máxima, todos los videos llevan su dosis. Los efectos de posproducción son arte aparte y, gracias a la tecnología, la cinematografía nupcial ha llegado a otro nivel. La maniobra de técnicas debe ir acorde con el tipo de película, cuidando de no caer en un efectismo exagerado.

La gama de recursos audiovisuales es muy amplia, pero con algunos básicos podrían realzar los momentos más especiales. Por ejemplo, el slow motion puede ser útil para dosificar la magia del beso de boda o el primer baile de casados. El montaje y el proceso de decoración del recinto podrían resumirse con un time-lapse del gran día.

Los balances y filtros de color se emplean a modo de corrección para equilibrar los tonos del metraje y que sea más agradable a la vista. Un retoque sutil podría enaltecer la belleza de los ramos de novia rojos o de tonalidades vivas. El etalonaje es un procedimiento con fines más artísticos, mediante el cual es factible alterar el color a tal grado que un escenario de día puede transformarse en uno de noche o viceversa, para contar la historia de amor desde una perspectiva diferente.

5. ¿Un video, dos… cuántos?

El tradicional largometraje minuto a minuto en el que el arreglo de los novios, la ceremonia y la fiesta se muestran casi de principio a fin es cada vez menos frecuente. De hecho, se toparán con que los videos de boda más largos duran de 15 a 30 minutos y se arman paquetes para complementarlos con otros más cortos, como un tráiler, un videoclip, o los highlights. Todos ellos son formatos perfectos para compartir en redes sociales, como el save the date que Townfolks produjo para que Pao y Seba convocaran a sus invitados a su boda y que pueden ver sobre estas líneas.

¿Y para las parejas millennial? Un teaser de preboda y filtros a juego con el diseño de las invitaciones de boda originales les servirá para intrigar a los invitados si lo comparten a una semana del gran día. Lo pueden cargar en su web de boda o en redes sociales y sumarle unos emojis. Para los fanáticos de superhéroes y anime, hay algunas animaciones de estilo cómic o manga que van bien con una temática friki.

6. Textos de apoyo

¿Qué les parecieron las preguntas que respondieron Maura y Fer? Si el cuestionario que les hizo Rockstar Studio para demostrar qué tanto se conocen los inspiró y lo quieren adoptar para su video, tal vez necesiten agregar algo de texto entre las imágenes, como en el ejemplo.

Los subtítulos con traducción son otro uso práctico y necesario del texto en reportajes de bodas internacionales o rituales indígenas, por ejemplo, las ceremonias mayas. Con mayor énfasis, cuando se trata de documentales en los que hay entrevistas de por medio.

En otras situaciones diferentes a las mencionadas, los textos pueden ser redundantes, considerando que los pensamientos de amor de los novios y sus muestras de afecto hablan por sí mismos y existen muchos otros recursos audiovisuales por invocar. Decir “sí” o “no” a ciertos aspectos dependerá tanto del estilo de celebración como de los gustos y preferencias de cada pareja.

Queda más que comprobado: hay un sinfín de recursos audiovisuales y estos cinco apoyos son solo una parte de la interminable lista de opciones que podrán encargar a su videógrafo de bodas. Confíen en su experiencia y revisen sus trabajos previos para hacerse una idea de lo que podrán esperar para su película nupcial.

Una vez hayan seleccionado proveedor, aborden estos temas en sus reuniones para saber si sus servicios cubrirán sus expectativas y quedan dentro de su presupuesto. Asimismo, pídanle que les explique qué ases tiene bajo la manga o que los modere en caso de que tengan ideas tan fantasiosas como irrealizables.

Aunque seguramente se guardarán para ustedes algunos de los recuerdos para boda que entregarán a sus invitados, el video y las fotografías son el principal testimonio con que los recién casados reviven una y otra vez el gran día. A ustedes, ¿qué formato les gustaría disfrutar con palomitas?

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